Una cita con el humor y la ironía del Carnaval

La primera semifinal del concurso local comienza con el dominio de las agrupaciones jiennenses en el escenario

03 feb 2018 / 11:16 H.

Fue una noche mágica, llena de nervios, pero también de ganas. En ella reinó el humor, la tradición y, por supuesto, los disfraces. Así comenzó la primera semifinal del Concurso de Carnaval de Jaén, que se disfrutó sobre las tablas del Darymelia y que contó con seis agrupaciones jiennenses, una cordobesa y 300 espectadores.

La peña Los Informales, que nació en 2009 en Bailén, fue la encargada de abrir la gala con su chirigota Junts per si. En ella invitaron a los espectadores a una gran boda que contó con dos pasodobles, No te digo trigo, dedicado a Chiquito de la Calzada, y No he visto yo más palos, que se centró en la situación de Cataluña. El grupo cosechó galardones como el segundo y tercer premio en el Concurso de Jaén y la tercera y primera posición del Concurso de Vilches. Según confirma su director musical, José Comino: “Nuestra misión fue pasarlo bien y hacer disfrutar aplicando las críticas oportunas y contagiando sonrisas con nuestras letras”.

La capital tuvo su primera representación propia con la comparsa La estelada, que llevó sobre el escenario a sus 16 componentes vestidos de estrellas fugaces. Ellos fueron los encargados de explicar cómo pedir un deseo correctamente y de jugar con las reivindicaciones sociales y políticas. Por eso, sacaron una pancarta de “Jaén merece más” que decía: “¡Basta ya! Inversiones y futuro para Jaén”.

Sin embargo, fue la chirigota El pelotón aceitunero la que puso el punto de inflexión sobre la defensa de los valores, costumbres e historias típicas de la provincia. Así, una docena de soldados de Jaén se estrenaron en el concurso. Tal y como explicó Luis Manuel Sánchez, uno de sus integrantes: “Tras dos años recorriendo las calles cantando, nos subimos al escenario. Lo hemos pasado genial”. Así, a través de un pasodoble criticaron a los jóvenes jiennenses, que ni estudian ni trabajan, y se quejan diciendo: “Aquí no hay na”.

Y recién llegados del Teatro Falla de Cádiz, y tras pasar por el Teatro Cervantes de Linares, llegó una de las comparsas favoritas de este año. Se trató de Las noches de Carnaval que, además, es la agrupación más antigua de la capital. Vestidos de farolas, le rezaron al dios Momo para que les diera vida y poder disfrutar de la fiesta de Jaén. Así, en el último cuarteto de su popurrí, exclamaron: “Y llega por fin la noche que es más bonita, en que las voces resucitan. La noche de carnaval. El pueblo se reúne en esta plaza. Los versos por las manos se le escapan. La noche en la que estallan las gargantas y se canta con el alma. Y se canta de verdad”.

Rondando la medianoche, los también conocidos como “Reyes de la basura” tomaron el escenario para presentar la chirigota arjonera Los auténticos trasnochadores y no aquellos que iban de vampiros. La agrupación, formada por integrantes de Jaén, Torredonjimeno, Mengíbar y Arjona, se metió en la piel de un basurero para contar lo que encuentran cada noche. En su popurrí, cambiaron la letra a Libertad sin ira, de Jarcha, para cantar: “Reciclar, reciclar, sin duda reciclar”. La última representación jiennense llegó con la comparsa La Anónima, fundada hace 21 años en Vilches. Ellos representaron el anonimato para poner en valor la sinceridad y la humildad frente a la falsedad y la hipocresía social. Así, expusieron temas como el maltrato, el cariño a los abuelos y un cuplé sobre Cataluña, con el que intentaron desmarcarse del resto.

A las duras y maduras fue la última actuación de la noche. Como novedad, destacó por ser la única agrupación mayormente femenina, pues de su quincena de integrantes solo había tres hombres. Disfrazadas de fruteras, interpretaron cuplés, pasodobles y popurrís en el que mostraron lo difícil que es vender la fruta, el regateo de los que más dinero tienen, la presencia de la crisis y la actitud de los veganos frente al comercio tradicional.