Tributo póstumo a un letrista jiennense

Una vez le preguntaron por qué el famoso carro de Manolo Escobar lo robaron en una romería, a lo que Alejandro Cintas, autor de su letra, respondió irónicamente: “En las romerías se pierden muchas cosas”. No era su canción favorita, y aunque nunca entendió por qué se hizo tan popular, él siempre estuvo a la sombra de su éxito, al igual que le ocurrió con otros temas como El toro y la luna.

Cintas, que tenía 1.790 obras registradas en la SGAE, falleció el pasado mes de septiembre y, aunque muchos lo desconocen, era natural del municipio jiennense de Sorihuela de Guadalimar. Con motivo de poner en valor su memoria, la SGAE le rindió un homenaje póstumo que contó con la presencia del presidente de la sociedad, José Miguel Fernández; el músico y compositor Javier Losada; el periodista Andrés Caparrós, el pianista Rafael Rabay, y los artistas Alejandro Conde, Marián Conde, Rocío Durán, Santiago Castellanos, Candela o Sonia Romero.

Allí se recordó que, en 2004, la Fundación de la SGAE publicó el libro Empedrao poético en el que repasaba la apasionante trayectoria artística del jiennense, un texto más que presente en ese tributo tan merecido en el que no faltaron sus letras, su recuerdo y, sobre todo, alguna sonrisa llena de emoción al relatar algunas de sus anécdotas. Cintas fue un hombre que, sin saber leer ni escribir, se aficionó a concebir letras de canciones. En una academia se alfabetizó a los 18 años y se adjudicó el sobrenombre de “Niño de Orihuela” para sobrevivir en Madrid como cantaor durante sus primeros pasos artísticos. El tiempo le hizo merecedor de componer canciones para artistas como Perlita de Huelva, Marifé de Triana, Juanito Valderrama, Dolores Abril o El Fary.