Todo un emigrante que triunfó en el mundo
Juanito Valderrama es uno de los principales referentes en cuanto a cante flamenco español







Voz legendaria donde las haya. Sin duda, la de Juanito Valderrama era —y es, puesto que no se le ha olvidado ni se le olvidará— inconfundible y con ella conseguía enamorar a propios y extraños. Hoy, hace 105 años que nació en Torredelcampo un hombre que, ante todo, amó a su pueblo, a su tierra, a su familia y a la música por encima de todas las cosas. Y es que, proveniente de la familia —apodada en el pueblo— “los cenizos”, Valderrama se interesó por el flamenco desde que era bien pequeño hasta el punto de que en sus memorias el artista torrecampeño afirmó que el cante nació con él, y no fue algo que adquirió con el paso del tiempo. Además, desde el primer momento llamó la atención de otros cantaores y artistas que, en un joven lleno de ilusión y ganas de triunfar, vieron al que sería un referente para el cante. De esta manera, por Torredelcampo desfilaron nombres de alta importancia durante los primeros años de vida de Juanito Valderrama, hasta el punto de que muchas figuras quisieron llevarse a Valderrama para darlo a conocer. Sin embargo, su padre siempre se negó a que su hijo se dedicará al mundo de la música por lo que significaba y lo complicado que era. Pero cambió de opinión cuando el padre de la cantaora la Niña de la Puebla logró convencerle y se llevó a Valderrama hasta Tomelloso, donde un dos de diciembre hizo su primera aparición en público.
A partir de entonces, y una vez termina la Guerra Civil, la carrera de Juanito Valderrama crece en interés y se convierte en uno de los referentes del flamenco patrio. Así, el artista encadena canciones, discos, conciertos e incluso, comienza una carrera en el mundo debido a su meteórica trayectoria, motivo por el que participó en siete películas, entre las cuáles destacan El Emigrante, Gitana, De barro y oro o El padre coplillas.
Y así fue como su carrera se volvió todo un éxito y jamás abandonó los escenarios hasta sus días finales, cuando el artista dejó claro que, cuando muriese, ante todo, quería regresar a su pueblo, a Torredelcampo, lugar que siempre tuvo en su corazón. “Aquí quiero que me traigan cuando llegue mi final. Junto a mi madre y mi padre aquí quiero descansar. Por eso Torredelcampo mira si yo te querré que lloro cuando te canto la copla que te inventé”. Este extracto a puño y letra del mismo Juan Valderrama se encuentra dentro del museo dedicado a la figura, obra y vida del artista dentro de Torredelcampo. Un lugar en el que, nada más entrar, una cortina refleja la silueta de Valderrama para dejar claro que esa gran sala está dedicada en exclusiva a él. Una gran figura del cante flamenco.