Solidaridad a través de la imagen

Las precarias condiciones escolares de niñas en Chiapas gana como la mejor fotografía de la edición

02 sep 2019 / 16:57 H.

En muchas ocasiones una imagen vale más que mil palabras. Esto es algo comprobado de sobra con el certamen que, desde hace diez años, convoca la Diputación Provincial y que tiene por objetivo principal dar a conocer la situación y condiciones de vida de la población de países desfavorecidos en diferentes partes del mundo y hacerlas visibles a través de la fotografía, con el fin de sensibilizar, crear conciencias críticas y mover a la cooperación solidaria en la sociedad. Una manera de conseguir que las personas se den cuenta de los problemas que se viven en muchos lugares y que, a veces, el resto de la humanidad no tiene en cuenta a pesar de lo importante que es y de las difíciles condiciones que sufren.

La décima edición del Certamen de Fotografía Solidaria que convoca la Diputación Provincial ya tiene cerrado su palmarés. Así, la serie de imágenes “Las niñas flor en la escuela” fue la ganadora del primer premio del jurado de este concurso y, por tanto, de los 1.100 euros con que está dotado este galardón. El mexicano Silva Zamora Alejandro es el autor de estas instantáneas en las que se muestran las precarias condiciones que sufren las niñas que van a la escuela en el municipio de Zinacantán, en el Estado de Chiapas (México). Varias escenas muestran los problemas que tienen las jóvenes a la hora de poder dar clase y tener la oportunidad de aprender. Es uno de los lugares más abandonados del sur mexicano, en el Estado de Chiapas, bastión de uno de los últimos levantamientos rebeldes del mundo y lugar en el que las políticas públicas llegan tarde o nunca llegan. Algo que es posible comprobar a través de estas instantáneas en las que son las imágenes las que hablan por si solas para demostrar la dureza y los graves problemas a los que se enfrentan las chicas para poder escolarizarse, un proceso nada fácil y que, cuando llega, no mejora en vista de las condiciones en las que tienen que subsistir.

Además del primer premio, este concurso establece otros dos más: el que otorga el público a través de las votaciones realizadas virtualmente a través de la página de Diputación en Facebook. Este premio también cuenta con una dotación de 1.100 euros. Por su parte, el último de los reconocimientos lo concede el jurado y cuenta con un valor de 700 euros.

En esta ocasión, para la décima edición de este concurso de fotografía solidaria, el galardón del público recayó en Sergio Reyes Pérez por su serie titulada “Matmata versus primer mundo”, donde su autor refleja las penurias vitales a las que se enfrentan los pobladores de Matmata, una zona predesértica de Túnez en la que viven casi sin agua y en viviendas hechas con barro cocido, con una ausencia absoluta de comodidades contrapuesta a la opulencia del primer mundo. Una diferencia absoluta y que deja perplejo al que las ve, sobre todo al tener en cuenta la forma de vida del mundo occidental, que cuenta con un mayor número de posibilidades y de comodidades que, lamentablemente, no tienen los habitantes de este lugar que tienen que sobrevivir al día y luchar por lograr cada una de las cosas que consiguen. El número de votos obtenidos por parte del público deja claro que esta serie fotográfica tuvo un gran calado en los seguidores de este certamen, que no dudaron en ningún momento en hacer valedor del premio a Sergio Reyes Pérez por estas escalofriantes fotografías.

En cuanto al último galardón y que en este caso entrega el jurado, su ganador fue Daniel Osuna González por “Los olvidados de Chandni Chowk”, un mercado de Nueva Delhi (India) en el que desde el amanecer se produce un constante fluir de pequeños mercaderes que aspiran a conseguir un pequeño sustento con el que pasar un día más. Unas imágenes que son una declaración de intenciones y que expresan la necesidad que esas personas viven cada día para lograr ganarse la vida gracias a un oficio duro y complicado.

Representantes de la Administración provincial y profesionales del mundo de la fotografía conformaron este año el jurado de este concurso, que para conceder los 2.900 euros con los que está dotado valoró en las ocho series presentadas aspectos como la personalidad creativa, la contribución a la visualización de las condiciones de vida de las personas de países desfavorecidos y el dominio de la técnica fotográfica. Es en definitiva, un concurso que aunque tiene en cuenta el arte y la calidad a la hora de realizar las fotografías, una manera de expresar a la sociedad los graves problemas que atraviesan otras partes del mundo y que consigue remover conciencias gracias a sus fuerza visual.