Sabina comienza en España su última gira de despedida

Tras decir adiós a los escenarios de Latinoamérica, el ubetense regresa con su gira “Hola y adiós”

02 may 2025 / 11:01 H.
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Tras un éxito multitudinario en América, con entradas vendidas en prácticamente todos los recintos, el compositor y cantante Joaquín Sabina subió en la noche de ayer al escenario del Gran Canaria Arena, en Las Palmas de Gran Canaria, para abrir en España la gira “Hola y adiós”. Un nombre muy significativo para el cantante ya que es su despedida en los diferentes escenarios españoles. La gira al completo ha sido concebida como la despedida de Sabina de los escenarios, esos en los que lleva más de cuatro décadas regalando canciones que se han convertido casi en himnos compartidos por varias generaciones.

No obstante, el legendario cantautor ubetense es un trotamundos, es un cantautor canalla, de guitarra y bombín, pero también es un caballero que no quería bajarse del escenario sin despedirse de su público. Esta gira que comienza ahora terminará en noviembre en Madrid. Para entonces habrá recorrido casi todo el país, además de París y Londres. Sin embargo, a pesar del largo recorrido que le quedan todos estos meses, dejará un sabor algo agridulce en los fans porque es la gira de despedida. Pero, cuidado, que con este cantante nunca se sabe, podría volver a dar una alegría a toda la gente que le ha perseguido por el mundo para escuchar sus canciones una y otra vez: “Siempre nos ha encantado sus canciones”, declaró a los medios de comunicación uno de sus fans.

El primero en España de una gira con la que Sabina cuelga el bombín de los grandes escenarios: “Va a ser una gira maravillosa. Vamos a darlo todo, como diría aquel, y después no te digo que, conforme vayan quedándonos menos conciertos nos entre más la nostalgia y a todos nos dé un poco de morriña”, explicó José Emilio Navarro, su manager. El videoclip de Un último vals apareció proyectado en el escenario cuando se apagaron las luces del recinto, acompañado de los gritos de la gente. “Cuando ensayen los colegas las palabras que dirán el día de mi funeral”, se escuchaba a través de los altavoces con el escenario aún vacío. Los rostros de Leiva, Serrat o Ricardo Darín aparecieron en pantalla acompañándolo en la barra de un bar. Los músicos se colocaron sobre las tablas, y entonces apareció el maestro, que con una sonrisa se sentó sobre el taburete.

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