Rosario Pardo: “Volver a Jaén es regresar a mi casa”
La actriz jiennense encarna a la madre en la obra teatral Las que gritan
LA ENTREVISTA
El Festival de Otoño hace que una gran actriz regrese hoy a su tierra. Esta tarde, el Teatro Infanta Leonor, a las 20:00 horas, acogerá con los brazos abiertos la nueva obra de Rosario Pardo, Las que gritan, una producción que rinde homenaje a esas mujeres que han marcado la vida de tantas personas y que se convierten en las grandes olvidadas: madres, abuelas, hermanas y tías, entre otras muchas. En ella, tras darles espacio a sus hijas, Consuelo toma una decisión radical y decide planear una escapada de fin de semana todas juntas con el fin de limar asperezas.
—¿Cómo definiría Las que gritan para quienes aún no haya oído hablar de ella?
—Es difícil definirla, porque es una comedia, pero es una comedia dramática y luego también tiene música y cante. Entonces es algo bastante complicado. Lo que sí que está claro es que la gente se lo pasa muy bien, es muy entretenida, y se plantean cosas como para luego ir a tomar una caña y charlar del tema.
—En esta obra trabaja junto a Eva Isanta, Pepa Rus y Norma Ruiz, ¿qué diría que aporta cada una a este espectáculo?
—La verdad es que es bonito. Cada personaje es muy distinto al otro y por eso el público siempre se va a sentir identificada con alguna. Además, hemos estado juntas, nos hemos llevado bien, nos hemos apoyado mucho y eso, a nivel personal ha sido gratificante.
—¿Cómo esperan que reaccione el público jiennense?
—Yo creo que va a entrar como todo el mundo. Las entradas están agotadas y hay mucha expectación. Estoy segura de que va a funcionar y lo van a disfrutar.
—Como jiennense, ¿qué significa para usted volver a su ciudad?
—Hombre, a mí volver a Jaén siempre me hace ilusión, porque para eso es mi ciudad. Y luego en el Infanta Leonor, donde he estado varias veces y que además inauguré. He estado con mi monólogo, luego estuve con La Casa de Bernarda Alba y es un poco como regresar a casa.
—¿Qué importancia cree que tienen citas como el Festival de Otoño en la labor de mantener viva la cultura teatral?
—Festivales como este necesitaríamos, por lo menos, cuatro anuales. Lo que hay que hacer con la gente es acostumbrarla, con programaciones continuas para que todo el que quiera pueda optar a ir todos los fines de semana, si quieres, o de vez en cuando. Eso sería importantísimo. Y, por supuesto, distintos tipos de teatro, porque también hay buenísimos infantiles. En resumen, lo que tienen que hacer es que la gente vuelva a juntarse para ir al teatro. Los festivales están genial, pero luego se termina y ya está, ahí se queda. La realidad es que tendría que ser una programación continua para que la gente se habituara a ir todos los fines de semana.