Recorrido por la vida y obra de un cineasta “extramuros”

Enrique Iznaola hace parada en la provincia para grabar el documental

18 jul 2016 / 12:29 H.

Un nombre imprescindible en el cine español, pero a la vez un gran desconocido. Así ve el gestor cultural y crítico cinematográfico Enrique Iznaola al ya fallecido Miguel Picazo; y es que se ha propuesto que el cazorleño no caiga en el olvido. Para ello dirige un documental sobre su figura y el legado que dejó, una producción que comenzó con el rodaje, hace unas semanas, en Madrid. El trabajo, titulado Miguel Picazo, un cineasta extramuros, también hizo parada en la provincia los últimos días. Como explicó Iznaola, el pasado sábado se visitaron la Estación de Linares-Baeza y Úbeda, donde Picazo filmó Sonata de primavera y El hombre que supo amar. Asimismo se aprovechó el ciclo Jaén, plató de cine en Sabiote para hacer allí el arranque de la película con Anna Saura —hija de Carlos Saura, que debuta como protagonista en este trabajo—, fingiendo ver La tía Tula, el largometraje más popular de Picazo. Tras un intenso sábado, la jornada dominical se dedicó a Cazorla, el municipio natal del cineasta. El equipo se detuvo en espacios esenciales como el teatro de la Merced. “Ahí se ha rodado el final”, adelantó Iznaola. Junto con Cazorla se visitó Peal de Becerro. Por último, hoy está previsto que las cámaras recojan calles de la capital, la Diputación y San Juan de Dios.

Como indicó el director del documental, se trata de una producción de la empresa malagueña MLK con el patrocinio de TVE, la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, Canal Sur, el instituto ICAA y la Diputación de Jaén. Su estreno está previsto el próximo otoño y se cuenta con testimonios de Carlos Saura, Mario Camus, Eduardo Noriega, Josefina Molina, Fernando Trueba, Imanol Uribe, Ana Fernández, Mabel Lozano, Eduardo Noriega, Emilio Gutiérrez Caba, Assumpta Serba, Mercedes Sampietro, Víctor Erice, Fernando Lara y Diego Galán. Así, la historia de Miguel Picazo, un cineastra extramuros cuenta cómo una joven estudiante de Cine de la Escuela de Cinematografía y del Audiovisual de la Comunidad de Madrid visita la residencia de ancianos de las hermanas mercedarias en el centro de Cazorla, para saludar a un familiar. Allí conoce a Miguel Picazo, un viejo director de quien no había oído hablar y con quien establece cierta correspondencia. Tras el descubrimiento, sorprendida porque le han dicho que es “uno de los más importantes directores del cine español” y “director de actrices mucho antes que apareciera Almodóvar”, decide investigar, con curiosidad y escepticismo. Como explicó Iznaola, al indagar conoce cuál es el papel de Picazo en el cine español de los años 1960-70 y su carácter pionero. Pero al descubrir la figura de Picazo, “no puede entender” su “súbita” desaparición como director, los pocos títulos que tiene o “el olvido” del público, y decide buscar respuestas.