Rafael Valdivia, ‘Los libros del maestro’ y Marmolejo

Es una novela para adentrarse por todos los rincones de un municipio singular, Marmolejo. Este es uno de los hilos conductores de la presentación de la novela Los libros del maestro, obra de Rafael Valdivia, ingeniero de Caminos, concejal en su pueblo y escritor. Su novela es un relato de corte histórico basado en hechos reales, precisaba el propio autor, en la que se cuenta la historia de un joven, Pablo, quien mantiene un vínculo, a través de los libros, muy especial con su maestro, don Miguel. Y aquí se refleja este primer paralelismo entre la realidad y la imaginación del escritor. Así, Pablo es Rafael Valdivia, mientras que don Miguel es el maestro y vecino del autor, Manuel García Rodríguez. El escritor dejaba claro que la novela “es un homenaje” para él: “Me acogió como si fuera un hijo y pasé con él muchas tardes de lecturas, viendo películas (...). Tras su fallecimiento en 2005, heredé toda su biblioteca, compuesta por más de quinientos libros”. La Sala 80 Aniversario de Diario JAÉN ha sido el foro de la puesta de largo del libro, con la presentación de la adjunta a la Dirección de Diario JAÉN, Manuela Rosa Jaenes.

En la puesta en común de la obra han participado con el autor la catedrática del Área de Filología Francesa de la UJA, Encarnación Medina, y el ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, Ramón Carpena. Ambos han ofrecido sus reflexiones e impresiones de una novela en la que se recrean, perfectamente, el escenario de una España de principios del siglo XX en un contexto marcado por la sublevación militar que dio inicio a la Guerra Civil, especialmente en Alsasua (Navarra), lugar de procedencia de ‘don Miguel’ y que, como se mencionó durante la presentación, al que fuera médico y político del PSOE Constantino Salinas Jaca: “Escribió mucho, de hecho muchos de sus textos están reflejados en los diálogos de la novela”. En la novela, don Miguel finalmente acaba en Marmolejo, donde murió. El lector debe descifrar numerosos enigmas de una novela que Valdivia dedica también a su esposa, María, y su hija, Mara, “por el ejercicio solitario” de la escritura, y no se olvida de Pedro Relaño, su “lector 0”. Intervino antes del coloquio el alcalde de Marmolejo, Manuel Lozano. “Rafael Valdivia se ha desahogado, disfruta leyendo y escribiendo, pero además se evade y puede desconectar para crear como ha hecho en este libro”, ponderaba del autor. Cerraba el acto tras el coloquio, el director de Diario JAÉN, Juan Espejo: “Soy periodista por un maestro, que me hizo escribir en el colegio (...) este texto que guardo como oro en año —lo mostraba—. Gané un premio, por ello soy periodista”, apostillaba.