Presente y futuro del joven barítono Pablo Gálvez

14 feb 2020 / 11:50 H.
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La noche del pasado martes, tuvo lugar en la Real Sociedad Económica de Amigos del País una magnífica velada lírica del jovencísimo barítono granadino Pablo Gálvez que, a través de un programa sabiamente escogido, ofreció una verdadera lección de canto por facultades, musicalidad y control de las medias voces que fue demostrando a lo largo de un selecto programa que inició con tres canciones de cámara de Bellini dichas con gran sensibilidad; después, una pieza de piano de Tchaikovsky, Canción de otoño, excelentemente acompañada por el pianista Javier Carmena, para continuar esta primera parte del recital con Le Nozze di Figaro, de Mozart y el aria de barítono de I Puritani di Scozia, de Bellini, cantadas con extraordinaria sensibilidad y afinación exquisita, aunque en el final de esta última le faltó mayor proyección en el agudo.

La segunda parte, dedicada a la música española, fue una continua excelencia en las canciones de García Lorca y, después, otra pieza de piano la Danza nº 5 de Granados, donde el pianista obtuvo una ovación enorme. Lo mejor del recital fueron las dos romanzas de zarzuela, exhibición de Gálvez donde evidenció temperamento, buen gusto y una media voz en los finales de frase de auténtico veterano; después, un par de bises: Canción del árbol del olvido y la inevitable Granada, que el público que abarrotaba la sala aplaudió enfervorizado durante muchos minutos. Creo, sinceramente, que estamos ante un barítono que en pocos años se podrá añadir a la lista de los grandes españoles en esta cuerda como Marcos Redondo, Manuel Ausensi o Carlos Álvarez.



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