Pintura con una mirada de género para reflexionar

La pintora jiennense Ángeles Agrela, afincada en Granada desde hace años, inauguró una nueva exposición, titulada El cuerpo en la mirada, en el Centro Cultural CajaGranada. Se trata de una muestra que recoge algunas de sus obras de los últimos cuatro años en el que se puede ver el proceso de la autora y sus obras.

La muestra, que se podrá visitar hasta el 19 de abril, contó en su acto de inauguración con la propia artista, Ángeles Agrela, quien estuvo acompañada por la presidenta de CajaGranada Fundación, María Elena Martín-Vivaldi; la subdirectora de cultura y acción social de la Fundación Cajasol, Gloria Ruiz; y el comisario de la exposición, Juan Ramón Rodríguez-Mateo. La exposición está compuesta por más de una treintena de obras de gran formato.

La artista explicó durante la inauguración, según recoge una nota de CajaGranada, que la exposición hace un “recorrido temporal de cuatro años, enlazando con El favor de las bellas, que data de 2016. Es una investigación sobre el papel de la mujer en la historia del arte y cómo ha sido representada por los hombres. Una obra subversiva con una mirada de género hacia la pintura, pero también hacia la imagen de la mujer transmitida por la publicidad y las redes sociales. Una muestra repleta de ambigüedad que reflexiona sobre cómo generar una imagen de la mujer diferente a la heredada desde los citados museos, pero también desde la publicidad y las propias redes sociales”.

“En este caso, no pude usar mi cuerpo como modelo, como en otras ocasiones. Era necesario un salto generacional para mostrar el momento de tensión de la mujer tras la adolescencia, cuando todo está por pasar. Además, en estos cuatro años he practicado un proceso de depuración de la imagen: de referencias claras a la historia del arte se pasa a una máxima depuración de las figuras en mis últimas creaciones”, dijo.

Esta exposición se puede considerar un spin-off evolucionado de sus últimas muestras al que la autora llegó por evolución natural y en el que el cuerpo sufre una progresiva desaparición en favor de la cabeza y el rostro, elementos que soportan toda la dramaturgia de la imagen.

Agrela consigue con sus obras que el observador se remita a unas posturas forzadas, como un giro de cuello, un escorzo antinatural o un cuerpo en pleno salto y se fije en unas imágenes en las que la capacidad sugestiva de la obra recae, realmente, sobre las miradas que advierte al mirar más allá de lo que ve.

Una exposición con la que la ubetense no solo consigue que quien se posiciona ante sus obras disfrute de su excelente trazado y la evolución en su pintura, sino que invita a reflexionar y ver más allá de lo que hay plasmado dentro del rectángulo que sirve como lienzo para cada una de sus creaciones gráficas.