Multidisciplinariedad, un acierto

Edu Comelles; Le PianO du Lac, de La Volière y Raquel Andueza y La Galanía enamoran al público

01 jul 2021 / 09:23 H.
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Mirar lejos, otear el horizonte desde el Mirador de Peñalta y disfrutar de unas vistas únicas de la Sierra de Segura fue posible gracias al espectáculo Mirar lejos, a cargo del artista sonoro Edu Comelles, que abrió la lata en la jornada de ayer del Música en Segura, una de las citas más madrugadoras, pero dice el refranero que sarna con gusto, no pica, por lo que seguro que a ninguno de los asistentes le importó madrugar, más cuando pudieron contemplar con sus propios ojos que mereció la pena haberse levantado tan temprano.

Puede que sea una exageración, pero lo cierto es que no se trata de una hora habitual, aunque la luz natural permitió disfrutar de la naturaleza de la Sierra de Segura en todo su esplendor. Minutos antes de las diez de la mañana, los primeros asistentes comenzaron a llegar al Mirador de Peñalta, donde se disponían a vivir una experiencia única e inigualable, y es que el artista sonoro Edu Comelles ofreció un buen recital de música electrónica, que se vio elevado al superlativo por las vistas en 360 grados que ofreció este escenario natural. En este sentido, el último trabajo de Comelles pretende abundar en la reflexión sobre la desesperada necesidad de mirar lejos y otear el horizonte que, en muchas ocasiones, la población ha sentido a vivir en pisos bajos, estrechos y con unas vistas que no pasaban de la pared durante los momentos más duros de la pandemia de coronavirus.

Esta pieza —Mirar lejos—, de abril de 2020, forma parte de su Home Diaries, una invitación a artistas y músicos a crear un álbum o EP para documentar su experiencia personal durante el confinamiento domiciliario o las condiciones de distanciamiento social debido a la crisis sanitaria.

Lo cierto es que el Música en Segura vivió ayer una jornada que se caracterizó por la multidisciplinariedad de sus actividades. La piscina de Amurjo, en Orcera, acogió el poético mundo de Le PianO du Lac, un espectáculo que rompió de lleno con el marco del concierto clásico y que construye instrumentos adaptados al paisaje. “Escuchar música se hace en el corazón de los árboles, en medio de un río, debajo de un globo aerostático, en un carrusel... Al cambiar la forma de tocar, la compañía La Volière realiza encuentros musicales en lugares inauditos y promueve un intercambio humano tan exótico como poético”, aseguraban como previa desde la organización del festival, y no era mentira, se trató de un encuentro musical en un escenario sin precedentes que ha dejado imágenes para el recuerdo, inéditas, sonidos sorprendentes y una interacción personal basada en la poesía, se trató de un viaje, una trashumancia sonora que será muy difícil de olvidar.

Como broche de oro para la jornada, la piscina de Amurjo acogió, a partir de las diez y media de la noche, el concierto de la soprano Raquel Andueza y el conjunto La Galanía, que bajo el título El baile perdido, ofrecieron a los asistentes un recital en el que rescataron zarabandas, chaconas, jácaras, seguidillas, canarios, polvillos, guineos o gasconas, grandes melodías perdidas.

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