Muere José María Recuerda, natural de Porcuna, a los 67

El afamado artista fue reconocido por la medalla al mérito cultural del municipio

20 jun 2020 / 09:53 H.
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El mundo de la cultura llora la pérdida del artista José María Recuerda, que murió a los 67 años de edad. Era natural de Porcuna, donde recibió hace unos años la medalla al mérito cultural de la ciudad y donde dejó huella de su legado con distintas intervenciones artísticas.

El autor era un artista de técnica exquisita. Según informa el diario “Levante”, vivía desde 1995 en Xàbia. El Mediterráneo le inspiraba. De hecho, hace unos años realizó en la Fundació Cirne una magnífica exposición titulada Els colors de l’aigua. Aquellas obras eran una investigación sobre las cualidades del mar. El reto de todo artista es crearse un universo propio. El de Chema tenía la ductilidad y la magia del mar. Irradiaba pasión creativa. Era un artista hedonista y que cultivaba una amable bohemia.

El alcalde de Porcuna, Miguel Moreno, explicó a este periódico que fue un gran artista y contribuyó con su maestría en las obras del camarín de la Virgen de Alharilla, realizó la escultura de María Bellido, en la plaza de san Juan de su ciudad, además de una de las virtudes de la iglesia de la Asunción. “Tiene numerosas obras de pintura y es un gran artista de reconocido prestigio. Vivía entre Porcuna y Alicante y se dedicaba a pintar en su estudio, que tiene en su casa. Era un hombre atípico y estaba inspirado en cualquier momento. Además de ser un artista de prestigio, era una grandísima persona, lo recordaremos siempre y lo echaremos mucho de menos en Porcuna. Seguramente, se le hará algún reconocimiento a título póstumo”, declaró el alcalde del municipio. Uno de sus momentos fue cuando tuvo lugar el izado de la escultura de la virtud teologal de la Caridad en la iglesia de la Asunción, allá por el 2010, sobre su hornacina situada a 18 metros de altura. Desde una canastilla elevada por otra grúa, el constructor Daniel Aguilera y un ayudante, se encargaron de fijarla y asegurarla. El trabajo culminó con el añadido de las dos manos de la Caridad. Su diestra extendida muestra un corazón alado y su izquierda protege la figura de un niño. Ambos símbolos son alegorías de la virtud teologal de la Caridad.

El motivo de tan especial encargo no fue otro que la conmemoración del primer centenario del templo parroquial, consagrado en 1910.

En 2006, con la llegada del nuevo párroco, Jesús Millán Cubero, y ante la proximidad del centenario, surgió la idea de realizar, al menos, una de las tres figuras proyectadas. La comisión encargada del centenario pensó en José María Recuerda. El autor se ofreció a realizar el proyecto, que recorrió varias fases.

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