“Machado” sobre la madera

“Conmigo vais, campos de Soria, tardes tranquilas, montes de violeta, alamedas del río, verde sueño del suelo gris y de la parda tierra, agria melancolía de la ciudad decrépita. Me habéis llegado al alma, ¿o acaso estabais en el fondo de ella?”. La emoción de unos versos y la inspiración de una ciudad, hechas pintura. Francisco Moral tradujo en ¡Machado...! la profunda huella que le dejó pasear por la ciudad a la que el poeta cantó en Campos de Soria y ahora muestra esta colección de obras, acrílicos sobre madera envejecida, en la capilla del Palacio de Villardompardo, en el Centro Cultural Baños Árabes. Es esta la primera vez que, recuerda el autor, expone en Jaén, pero las inquietudes artísticas siempre han acompañado a esta arquitecto ya jubilado, nada extraño si se tiene en cuenta que es hijo del gran pintor naif Manuel Moral y hermano del escultor Juan Moral.

“Los tres últimos poemas de Campos de Soria, dentro de Campos de Castilla, añadidos después por Machado, son los más profundos, los que me han inspirado estas pinturas abstractas”, explicó Moral durante la inauguración de esta exposición, en la que estuvo acompañado por el diputado de Cultura, Juan Ángel Pérez, y un nutrido grupo de familiares y amigos. “Siempre he pensado que estos poemas tenían una profundidad capaz de inspirar hasta a compositores”, añadió.

El origen de estas pinturas, tal y como recordó, está en un paseo por la castellana ciudad, allá por 2007. “Es una pintura abstracta, con mucha materia, en la que se expresan las sensaciones anímicas de Machado por Soria. Son palpitaciones por Soria”, dijo. De aquel paseo, muestra como recuerdo, de hecho, una fotografía suya, en la que aparece de perfil, ante el busto del poeta en Soria hecho por Pablo Serrano. Una querencia por Machado y esta ciudad, que viene de mucho atrás cómo evidencia otra fotografía que acompaña la exposición: “Es una maqueta que hice en 1962, mientras que estudiaba Arquitectura en Madrid, un ejercicio de un pabellón de Soria de la Feria del Campo”.

Y todas estas obras están enmarcadas con madera, un material habitual pero con un tratamiento que rememoria también la ciudad protagonista para el autor: “Pensé que Soria era madera envejecida”. “Son tablones de diferentes tamaños, de siete centímetros de grosor, con todas sus capas”, detalla.

el museo naif. Sus obras están expuesta, precisamente, en el histórico edificio que acoge el Museo de Arte Naif que toma el nombre de su padre. Cuestión al que también se refirió: “El museo nació de un sueño de Paco Moral. Tras una exposición de mi hermano en Madrid, en una conversación con dos escritoras, comentamos que en España no había ningún museo de arte naif. Y nos planteamos, ¿por qué no en Jaén? Así, al volver, hablé con Manuel Urbano Pérez Ortega y, al poco, el proyecto estaba en marcha”.