Luz sobre un mar de canciones

Torreperogil brilla con actuaciones míticas, la mejor canción de autor y el humor en una cita solidaria

03 jul 2016 / 11:35 H.

Dos veladas únicas e irrepetibles. Torreperogil fue el protagonista de la primera cita de Jaén en Julio con dos noches mágicas, marcadas por las actuaciones míticas y las dosis de humor, todo ello mezclado con los tintes solidarios que, en su decimoquinta edición, tuvo Un Mar de Canciones. El festival torreño brilló con luz propia el viernes en un lugar privilegiado, el auditorio Torres Oscuras, con la mejor música de autor. Las notas de Manuel Cuesta, acompañado con los sones de un piano, abrieron la cita. El cantautor sevillano interpretó éxitos de sus cuatro álbumes. A continuación fue el turno de los jóvenes linarenses Carlitos Hojas y los Betabeles.

El festival “marinero” arrancó con canciones llenas de amor y prosiguió con música desenfadada, pero esperaba el “plato fuerte” de la noche: la canción protesta de Luis Pastor, que recordó su paso por el festival hace más de una década. El artista de Vallecas (Madrid), como indicaron desde la organización, encandiló al público con su poesía urgente y arriesgada”. Se adueñó del escenario junto con su inseparable Lourdes Guerra, y bajó para cantar de cara al público, sin amplificación, En balsa de piedra. Fue uno de los grandes momentos de una actuación en la que el vallecano realizó un viaje por su historia musical. Como indicaron desde el festival, se trató de “una clase magistral” de canción de autor.

Tras Pastor subió al escenario otro “grande” de la música. Pasada la medianoche, la antigua voz de Los Ronaldos, Coque Malla, inundó el auditorio de Torreperogil de energía. Estuvo acompañado a la guitarra eléctrica con Toni Brunet, contó con las armonías de Héctor Rojo, a la batería estuvo Gabriel Marijuán y a los teclados, David Lads. Fueron, tal y como subrayaron desde la organización, casi dos horas para desgranar un “set list” en el que hubo hueco para “momentos eléctricos” con toda la banda entregada. No faltó la versión de Heroes de Bowie, y se escuchó la emocionante Me dejó marchar. El auditorio se llenó de luz con temas como Lo hago por ti, El último hombre en la tierra, Berlín, Todo el mundo arde, Una moneda, At the movies o Lo intenta, hasta llegar al más esperado, un No puedo vivir sin ti que todos quisieron corear junto con el artista.

Por otro lado, la segunda y última cita de Un Mar de Canciones tuvo como escenario el anfiteatro La Carrera. Al cierre de esta edición, un público entregado disfrutaba de un mix de música y humor. La agenda la completaron Elsa Bhör —un grupo de “música amable” de Granada, como sus mismos componentes se bautizaron— y el “cantautónomo” Oscárboles, y esperaban el cierre “marinero” los monólogos de David Navarro y Raúl Massana.

Por otro lado, la primera cita de Jaén en Julio contribuyó con una buena causa. Y es que, con el festival, se puso en marcha una campaña solidaria. Desde dos euros se pudo apadrinar un instrumento para la escuela de música Un mar de canciones en Nicaragua. Desde el festival invitaron a colaborar en esta iniciativa y mostrarán el recorrido desde que el instrumento sale de Torreperogil hasta que llega al país latinoamericano. Además, la recaudación del festival se destinará para la escuela de música impulsada en San Rafael del Norte (Nicaragua) con la ayuda de la ONG Quesada Solidaria.