Los recuerdos de la niñez como germen artístico
Jose Manuel Darro expone su muestra “Áurea Melancolía” en los Baños Árabes
La sala de exposiciones temporales del centro cultural Baños Árabes acoge hasta el próximo 24 de noviembre la muestra Áurea Melancolía del autor alcalaíno José Manuel Darro. Una colección compuesta por unas 60 piezas y que se compone de esculturas y obras de gran formato que nacen ante la inquietud que llegó al autor al conocer Melancolía I, de Alberto Durero.
La inauguración de la muestra contó con la presencia del diputado de Cultura y Deportes, Ángel Vera. La exposición sigue la línea de Roja Melancolía, que presentó el pasado mes de abril en Granada, donde reside desde hace años, que a su vez se nutre de una exposición que realizó en Nueva Dehli (India) partiendo de la obra de Durero y desarrollándola hasta convertir un poliedro en una estrella. La muestra gira en torno a los desvelos del artista entre lo invisible que estructura la existencia y lo visible que se percibe a través de la visión interior.
Como explica Rafael Pérez, comisario de la exposición, “la geometría topológica irrumpe en esta creación de Darro impulsada por la obsolescencia de la euclídea que vino aplicándose desde la Antigüedad hasta la llegada del Movimiento Moderno, pasando por el momento excelso del Renacimiento”. Así, y tras mucho trabajo, Darro logró convertir su obsesión, con el uso de la geometría, en obras de arte que ahora expone.
En Áurea Melancolía la temática, explica su autor, se organiza en torno a las celosías y la melancolía, en obras donde la abstracción geométrica es el hilo conductor que articula el espacio cifrado y une a través del éter viajero las fortalezas rojas de India con la Alhambra.
“El resultado de dibujar una de las caras pentagonales del poliedro constituye un diamante-lágrima obtenido desde la estética áurea sobre la que pivota Áurea Melancolía. Este ilumina el papel sobre el que se ha estampado la negra tinta segregada por un alma melancólica y serena hasta cubrir, lágrima a lágrima, todo el tejido de la superficie plana”, explica Darro sobre su obra, en la que evoca sus primeras visitas a la Alhambra, de adolescente, pasado por un filtro de estudio y comprensión a través de los años.
El artista jiennense desarrolló en Granada toda su actividad creativa, que va desde la pintura a la escultura, pasado por el grabado, modalidad artística en la que recibió, en 1999, el Premio Nacional de Grabado en el Museo del Grabado Español Contemporáneo de Marbella.