“Los falsetes de Luismi Peláez son buenísimos”

Entrevista a Manuel Moreno Rojas, exdirector general de Sony Music

18 dic 2020 / 18:01 H.
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Viajó hasta Madrid para convertirse en el director general de Sony Music. Fue allí donde conoció a Apache, momentos de los que guarda infinidad de anécdotas.

—¿Cómo conoció al grupo Apache? ¿Cómo fue ese episodio?

—En honor de la verdad, yo conocía a algunos miembros de Apache antes de que fueran Apache y antes de que fueran Geyser incluso. Hablo de Pepe Díez, que estaba en los Ases en su momento. Alejandro Fernández Rojas, que era de los Ases también, grupo liderado por Juan Aguilera, es primo hermano mío y es de Torres también. A través de mi primo los conoció, pero a Pepe Díez lo conocí cuando era un niño prácticamente. Una vez que los conocí como Apache fue a raíz de su fichaje por la compañía. Se pusieron en contacto con Pablo Herreros y José Luis Armenteros, que eran los antiguos componentes del grupo legendario Los Relámpagos. Entonces, les pidieron que buscaran un grupo pop. A partir de ahí, los productores estuvieron en contacto con Geyser entonces y de ahí surgió el fichaje por la compañía.

—Luismi Peláez cogió las plumas de esa tribu y no las ha soltado desde entonces. Ellos cuentan en el libro editado por esta casa que con el dinero que recaudaban promocionaban a otros artistas y que incluso llegaron a echar una mano a Mecano. ¿Usted vivió esos años?

—Eso es totalmente cierto, pero también te puedo decir que no es algo inusual porque, a lo largo de la vida y de mi pequeñita carrera profesional, he vivido muchas etapas en las que, de repente, cuando un álbum es gigante, vende mucho y funciona muy bien, normalmente siempre hay una inversión en márketing y no se puede dedicar a un grupo que no ha vendido en principio. Entonces, costumbre interna de la compañía, pero que se hacía siempre, era utilizar los beneficios de márketing de un artista para promover a otro artista. Es cierto lo de Mecano, pero puedo hablar de Mónica Naranjo o La Oreja de Van Gogh...

—¿Que destaca de Apache en comparación con otros grupos con características similares?

—En primer lugar es que eran muy simpáticos, guapos, son artistas y tienen esa gracia que algunos dicen que los de Jaén no la tenemos, pero Apache sí que la tiene. Son andaluces, jiennenses y aceituneros altivos por los cuatro costados. Eran guapetes, gustaban mucho a las locutoras. Naturalmente, también tenían talento y Luismi tiene una voz privilegiada. Nadie discutirá que Luismi tiene falsetes muy buenos.

—¿Qué le parece la idea del concierto que podrán disfrutar los espectadores el domingo y que fue grabado en el parque de Cazorla, Segura y Las Villas?

—Me parece estupendo porque es un paraje maravilloso. Claro, yo lo digo desde el punto de vista de un jiennense, pensando también que Sierra Mágina, por ejemplo, es un enclave precioso. Es una idea estupenda. Primero por la majestuosidad del acto y segundo porque hablamos de un paraje natural envidiable para toda España. Es un elemento promocional estupendo para la propia sierra y para este grupo.

—Nos gustaría que nos hablara de su trayectoria. ¿Cómo llegó a Madrid y se convirtió en director general de Sony Music?

—El camino es largo y tortuoso. Fue muy bonito mientras duró. La verdad es que yo soy totalmente de Jaén y todos sabemos, sobre todo hace cuarenta y tantos años, que en Jaén no había el suficiente desarrollo para acoger a todos los chicos jóvenes, estudiantes y trabajadores... Y claro, en Torres menos. Pensé, como muchos otros, irme a preparar oposiciones y así fue, lo hice en lo que hoy es La Caixa. Puse un anuncio en el periódico como demandante de empleo y me llamaron de un pequeño sello discográfico. En varios días entré en Producción sin tener ni idea, me pusieron los billetes de avión en la mano porque me iba al Festival de Benidorm acompañando a un artista. Allí conocí a mucha gente, me gustaba la música y pensé que eso era lo mío. Me puse a trabajar y a progresar. Luego me fui a la mili, como estaba en Madrid pedí ir de voluntario al Ministerio del Ejército. Ahí monté algún negocio de casettes y edité mis propios discos, que eso era ya muy atrevido para un chico de 19 años, pero venía con mucha experiencia. Edité algún disco pirata de The Beatles... (risas). Así me iba ganando el dinero en la mili, porque yo tenía mi piso, por la tarde trabajaba en un bufete serio de abogados y allí llegué. Nada más terminar la mili me puse en contacto con una compañía, donde entré en el departamento de Promoción. No me fue mal porque rápidamente la CBS se fijó en mí. Eso era todo un sueño para mí. Ahí teníamos un catálogo de éxitos maravillosos, conviví con toda esa música.

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