Los colores cobran vida en la pared

El artista David Salido pinta uno de sus murales en la fachada de una almazara cortijo de Úbeda

17 jul 2019 / 10:59 H.

Más de catorce metros de arte y mucho color. Es la última obra del artista David Salido, que compagina su pasión por el óleo con los murales y que acaba de dejar su impronta personal en la fachada de la almazara cortijo Spiritu Santo, en Úbeda. Se trata de una obra de grandes dimensiones, una botella donde predomina el color, con flores hibiscos y plumas de pavo real que buscan llamar la atención del que se acerque al lugar con una impactante imagen. “He tenido muchísima libertad a la hora de plasmar mi idea, enseguida aceptaron los diseños y me dieron la oportunidad de realizarlo con mi propio estilo, así que estoy muy satisfecho con el resultado”, asegura el artista David Salido. Su conocimiento con el óleo lo aplica igualmente en el trabajo de murales que ha hecho en varias ocasiones.

Salido cuenta que uno de los momentos más complicados fue montar el cuello de botella, que sobresale. “Fue todo un reto, pero lo conseguimos”, afirmó. Mientras el soldador se encargaba de dejar la pieza entera, Salido pasaba con los botes y les daba color. “Teníamos que tener en cuenta que la gente lo vería a ras de suelo, así que había que buscar una proporción adecuada para que se viera como queríamos”. Siete mañanas de trabajo fueron necesarias para conseguir el resultado final. Por las tardes, a causa del calor, era imposible trabajar, aunque, según explica el artista, es mejor pintar los murales en verano que en invierno por el riesgo de lluvia. La ola de calor no fue un impedimento para que él, junto con otras seis personas, terminaran la obra artística.

“El proceso es lo que más me gusta del arte, donde te equivocas y aprendes, no tanto el resultado, sino cómo se va a realizar, cómo se va a pintar y hacerlo con mi estilo, es ahí donde trabajo a gusto y disfruto realmente del arte, es lo que me hizo enamorarme de la pintura”, confiesa Salido, y añade: “Soy un gran amante de la pintura clásica, los bodegones y la naturaleza muerta, por eso enseguida me llamó la atención esta idea y decidí sacarla adelante”. Una idea que no termina aquí y es que, según relata el artista, tiene en mente realizar más murales en diversos sitios con la intención de llenar de color y vida los edificios de la provincia. Un toque de luz y color que dan vida a las calles y los edificios del mar de olivos.

“Es necesario salir del estudio a menudo”

David Salido se maneja tanto con el óleo en el estudio como con los murales. De hecho, sus inicios fueron decorando las fachadas de los edificios con su particular visión. “En la calle hay que tener más destreza por la cantidad de tamaño que se cubre, así que ahí aplico mis conocimientos de estudio, de arte más clásico”. Salido afirma que en ocasiones es necesario salir del estudio, de “esa comodidad” y que los “imprevistos” del entorno ayudan al artista a estar “más presente y atento”, no solo en el ámbito creativo, sino también psicológico y emocional, donde el clima afecta y ayuda de manera positiva.