Leslei Angulo: “El sentimentalismo nos aleja de la verdad”

La ganadora del la tercera edición del Premio Internacional de Poesía de Diario JAÉN nació y todavía reside al otro lado del charco. Oriunda de Cuba, Leslie Angulo Pérez se encuentra afincada en Estados Unidos, y con su obra “Mala Hija” consigue maravillar con la artesanía de su poesía, variada y de estilo muy directo, con una genealogía dolorosa que ensalza el vivir, el resistir y el superarse. Se trata, sin ambajes, de una poesía sin concesiones al sentimentalismo, de expresión dura, para enfrentarse con la escritura a la tiranía impuesta por el silencio. En su lenguaje, correcto y muy poético, se adivina todo lo que quiere decir, porque es consciente de que solo por medio del lenguaje es posible sacar el mundo interior que la autora lleva dentro. Un premio más que merecido para una escritora nobel que merece la pena conocer en profundidad.

¿Cómo surge su pasión por la literatura y por la poesía en concreto?

Creo que siempre tuve inclinación por la lectura, por el estudio, los libros me parecían unos objetos muy atractivos, infinitamente desafiantes para una niña que se sentía aún más pequeña ante ellos. Recuerdo que el primer libro completo que leí me lo puso en las manos mi padre, yo tenía unos 8 o 9 años y a esa edad, la figura paterna es un referente admirable para una niña, así que me descubrí leyendo “Primero muerto”, de Daniel Chavarria: nada de literatura infantil ni libritos de colores, literatura pura y dura, una novela que recreaba la vida de un joven delincuente en La Habana. Al terminar aquella primera lectura me sentía muy grande y muy sabia, aquella inmensidad que se amontonaba página sobre página ante mí había sido desentrañada, a partir de allí no había lectura que se me resistiera. Después tuve la suerte de coincidir con una profesora de Literatura en mi etapa preuniversitaria que me develó mi aptitud para la escritura, a ella, Luisa María Ferrá Gómez, le debo en gran parte lo que soy. Con la poesía no sé bien en qué momento me encontré o si estuvo siempre ahí, creo que mis prosas siempre fueron poéticas. Sin embargo, sí que hay alguien que ha sido fundamental en mi decisión de formarme como poetisa, alguien que desempolvó la poesía en mis cajones y me dijo: “muéstrale al mundo lo que sientes, lo que piensas”, esa persona es justamente la hermana de esta profesora de la que te hablé que tan importante fue en mi formación, su nombre: Yamila Ferrá, poetisa cubana, mi mentora y mi amiga.

¿Se siente más inspirada por las vivencias en su tierra natal o por sus actuales circunstancias en Estados Unidos?

Creo que me inspira la vida, las relaciones humanas, el hombre como ser social e individual, me inspira destejer esa madeja de emociones y de pensamientos que reconozco dentro de mí, me inspira la historia, la psicología humana, la filosofía, sin dudas.

¿Cuáles son sus referentes?

Mis referentes: la poesía cubana que tiene grandes exponentes. Mujeres desde Gertrudis Gómez de Avellaneda, camagüeyana como yo, una mujer que en el siglo XIX supo romper estereotipos, pasando por Dulce María Loynaz y otras voces más contemporáneas de mí país. La lírica latinoamericana con Sor Juana Inés de la Cruz, Alfonsina Storni, Gabriela Mistral, Alejandra Pizarnik, Cristina Pieri Rossi, en fin, una pléyade de mujeres transgresoras, hasta llegar a quien considero mi referente fundamental: Anne Carson, la cual ha llegado a mi vida y a mi poesía para cambiarlo todo y se lo agradezco.

¿Qué le empuja a escribir “Mala Hija”?

Mi relación con la maternidad, la visión que tengo de la relación madre-hijo, mi propia realidad hecha versos. La maternidad es un tema digamos manido en la literatura y en la sociedad, quiero romper con ese estereotipo y es lo que intento en este poemario.

Para escribir lo que uno siente dentro, ¿es necesario ser directo y sin excesivos sentimentalismos?

Ser directos, como lo han sido las mujeres de las cuales te hablé, el sentimiento está siempre muy vinculado al decir sin cortapisas, el sentimentalismo nos aleja de la verdad, es lo que creo.

¿Cómo definiría su estilo?

Mi estilo está en formación aún, recién he descubierto con Mala Hija hacia dónde voy, qué quiero decir y cómo voy a expresarme, lo describo como el estilo de una mujer comprometida con sus orígenes y sus referentes que quiere entender la realidad que la circunda, pero además cambiar siglos de un discurso patriarcal.

Tiene inéditos dos cuadernos de poesía sobre la poesía femenina y su impacto en el desmontaje del patriarcado, ¿Podremos disfrutar de ellos algún día?

¡Eso espero! (Risas) Ahora mismo estoy trabajando en un nuevo poemario que se titula “Deconstrucción hembra”, como te dije antes, me interesa la verdad, me interesa saber por qué siento lo que siento y por qué actúo como lo hago, me interesa deconstruir la realidad.

¿Qué supone para usted recibir este galardón?

Para una escritora joven, emigrada, que no vive de escribir sino que tiene que trabajar para vivir, recibir un premio es una motivación y un compromiso. En mi caso el premio del Diario Jaén me ha ratificado que escribir es lo que quiero hacer, que la palabra más dulce que me pueden decir es “poeta”. Ahora recuerdo a Louis Glück, Premio Nobel de Literatura 2020, cuando en una entrevista dijo que ella estaba convencida de que por supuesto, lo que todo el mundo querría ser en la vida era poeta... en mi caso no tengo dudas. Agradezco al jurado los sinceros elogios sobre mi obra y les digo a todos mis lectores que recibir este premio me hizo comprometerme más y crecer. Gracias al jurado y a todos los que han tenido que ver con este premio.

¿Cómo recibió la noticia de que había ganado el certamen?

Con mucha alegría, era la primera vez que mostraba mi poesía al mundo, así que te imaginarás lo importante que ha sido para mí, siento como si unas puertas muy grandes se abrieran y me dieran la bienvenida, la poesía es el anfitrión ideal. Ahora solo quiero escribir y escribir.