La voz lírica y universal de una “hija de Andalucía”

Canal Sur repasa la carrera de Mariola Cantarero, muy vinculada con Jaén

25 oct 2018 / 11:32 H.

L legar a Jaén es como venir a casa”. La entrañable sentencia ha salido más de una vez de una garganta prodigiosa, la de la soprano granadina Mariola Cantarero, cuya vinculación con el mar de olivos es manifiesta desde los comienzos de su carrera artística. Una trayectoria más que reconocida en la que se detuvo Canal Sur Televisión para repasar los grandes éxitos de la diva. El programa “Hijos de Andalucía” fue el “escenario” sobre el que discurrió el relato de la vida y la obra de una voz privilegiada que, precisamente, cuenta entre sus múltiples galardones con la medalla de la región.

El espacio comenzó con una declaración de Cantarero plena de humildad: “Tengo un problema, me oigo y, como soy muy perfeccionista, no me encanto, siempre quiero más”. A partir de ese momento, la soprano ofreció algunas de las claves de su técnica. Además, compartió simpáticos comentarios con los telespectadores sobre su personalidad, hasta el punto de que se confesó una “cabezota” en el escenario. “Hijos de Andalucía” mostró a la granadina —“la voz brillante” en varias de sus antológicas interpretaciones de óperas de Rossini, Donizzeti o Mozart al mismo tiempo que la acercó al gran público a través de un documental en el que la diva se mostró tal como es y en su tierra natal. Así, recordó, en el carmen en el que vivió el maestro Manuel de Falla recordó cómo, años atrás, visitó con Ainhoa Arteta este emblemático inmueble de la ciudad de la Alhambra y ambas cantaron acompañadas con el piano del autor de “El amor brujo”.

Cantarero repasó su vida y tuvo se remontó a su más tierna infancia para describir sus primeros pasos en el mundo de la lírica: “Yo vengo cantando desde que tengo uso de razón, empecé en un coro con once años y ahí fue donde una profesora me dijo que tenía que estudiar Piano y formarme”, y añadió: “Yo sabía que cantaba, pero poco a poco empecé a tomar conciencia de que podía dedicarme a esto”, aseguró la granadina.

En el documental participaron también personas relacionadas con la soprano, como el catedrático del Conservatorio de Córdoba Carlos Hacar, que destacó de ella “su gran inteligencia”, así como la felicitación, llena de gracia, que, después de escucharla cantar allá por 1990, en un homenaje a Alfredo Kraus celebrado en Jaén, le dedicó Curro Romero: “No te queda ná que viajar”, le dijo el Faraón de Camas, que recordó el episodio junto con su esposa, Carmen Tello. “Hijos de Andalucía” concluyó su tributo con Jaén en los labios de la soprano, que entonó “Las tres morillas”.