“La sociedad no está preparada para que le mostremos rutas y rincones vírgenes de la sierra”

Para iniciarse en el mundo del senderismo no hace falta mucho más que voluntad y un mínimo equipamiento. El resto depende de la forma física y el objetivo, ya sea disfrutar de un distendido paseo por la naturaleza o un desafío en el que el paraje te ponga a prueba. El Parque de Cazorla, Segura y las Villas ofrece todas estas alternativas, y alguna más que suelen escaparse al conocimiento de los menos iniciados en este deporte. Sin embargo, ahora Arcángel Titos Arjonilla pone a disposición del público “24 rutas con tinte diferente”, en el que recoge diferentes opciones para todos los niveles. Maquetado y distribuido por el propio autor, es una obra ideal tanto para los que comiencen en este deporte como para aquellos experimentados que quieran descubrir rutas nuevas y poco conocidas del parque a través de su espectacular patrimonio.

—¿Cómo empezó a interesarse por el senderismo?

—Me viene de mis padres, desde que tengo tres años me han llevado a la Sierra. Empezamos dando paseos y aquello me empieza a generar impronta. Ya de adolescente fuimos haciendo un senderismo un poco más avanzado, y a raíz de conocer a mi mujer comenzamos a andar como senderistas de un nivel muy avanzado.

—¿Cuándo se le ocurrió la idea de escribir el libro?

—Fíjate, la idea no fue mía. Fueron amigos míos los que, al ver todo lo que conocía y a donde los llevaba se quedaban maravillados. Junto a mi familia me pidieron que lo escribiera, que lo dejara plasmado porque el resto de la gente tenía que conocer la sierra bajo mi punto de vista. Así que al final me puse manos a la obra.

—¿Por qué el Parque de Cazorla, Segura y las Villas?

—Bueno, la verdad es que me crié allí. Conozco otras sierras, pero en esta llevo toda la vida. Me acuerdo cuando se permitía la acampada libre y me iba con mi padre. Ahora, por ejemplo, tengo casa allí con mi mujer.

—Son 24 rutas escritas por un experto. ¿Hay para todos los niveles?

—Por supuesto. Son 24 rutas desde un nivel bajo hasta uno muy avanzado, tanto a nivel físico como técnico. Cualquier persona que quiera pasear entre un cuarto de hora y tres cuartos puede hacerlo. De hecho, estuve hablando con una compañera que tiene una hija con una discapacidad y estuve comentándole algunas que puede hacer en silla de ruedas.

—¿Por qué el libro tiene un “tinte diferente”?

—Bueno, por un lado porque incluyo una entrevista con una serrana octogenaria muy interesante, y después porque hago una recopilación de todas las cascadas del parque, incluso alguna inédita que dudo que mucha gente conozca.

—Si tuviera que elegir una, ¿cuál sería tu favorita?

—Lo tengo muy claro: la ruta de La Toba por los Puntales. Es una que recorre toda esa cornisa desde La Toba hasta la aldea de Miller. Cualquier persona debería hacerlo antes de morirse si puede. Aunque eso sí, debe estar en buena forma física.

—El que lea el libro y empiece con la ruta más básica, ¿puede picarse?

—Pues mira, cuando me han pedido que le dedique este libro a alguien, siempre digo que por favor, que este libro sirva para que la gente que no sabe si empezar pueda iniciarse en algo tan bonito como el senderismo, que incluso a nivel de salud es algo muy positivo.

—También ayudará a dar a conocer el parque, ¿no?

—Sí, hay rincones que no vienen en ninguna guía y que muy poca gente sabe que existen. Eso sí, hay otros que no muestro. La sociedad no está preparada para que le mostremos rutas y rincones vírgenes de la sierra.