La SGAE premia el arte de dos dramaturgos jiennenses

Las obras de Francisco Gámez y Tomás Afán reciben un gran reconocimiento

04 ene 2018 / 10:18 H.

La Fundación de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) hizo públicos los textos seleccionados para la primera edición del ciclo de lecturas dramatizadas El teatro se lee en la Alhambra, organizado junto al Patronato de la Alhambra y el Generalife de Granada (PAG) y, por primera vez, integrado solo por autores andaluces. Las obras elegidas para esta propuesta son En casa de muñecas, del jiennense Tomás Afán; Agosto en Buenos Aires, del gaditano Juan García Larrondo, y La verdadera identidad de Madame Duval, del sevillano Antonio Miguel Morales.

La iniciativa tiene como objetivo impulsar y apoyar la creación de nuevos textos de escritores y dramaturgos andaluces, socios de la SGAE, y se desarrollará en los primeros meses de 2018. “Es un importante espaldarazo para mi texto teatral —que ya obtuvo hace pocos años el XII Premio de Teatro Martín Recuerda y fue editado en forma de libro por la Diputación de Granada, el Ayuntamiento de Salobreña y la Universidad de Granada— el formar parte de esta selección. Además, me hace especial ilusión poder escuchar las voces de mis personajes en un lugar tan maravilloso como es la Alhambra, sin duda uno de los enclaves más mágicos que existen”, destacó Afán.

Por su parte, la Fundación SGAE publicó también los textos ganadores de los Premios SGAE de Teatro 2016. Estos galardones recayeron sobre Campo de noche y niebla, de Pedro Martín Cedillo, que se llevó el XXV Premio SGAE de Teatro Jardiel Poncela 2016; El océano contra las rocas, de Sergio Martínez Vila, que conquistó el X Certamen Internacional Leopoldo Alas Mínguez, y Nana en el tejado, del ubetense Francisco Gámez, que ganó el Premio SGAE de Teatro Infantil 2016. Su obra pertenece a la Serie de Teatro Infantil y Juvenil Sopa de Libros, que el grupo editorial Anaya coedita con la Fundación SGAE, y cuenta con las ilustraciones de Ximena Maier. “Llevo desde los cuatro años disfrutando del teatro. Mi familia se dedica a ello. Quería encontrar mi propia voz a ese contexto que había experimentado desde distintos ámbitos y lo he encontrado con Nana en el tejado”, explicó el dramaturgo.

El texto parte de una catástrofe natural para reivindicar el poder de la imaginación de los niños, capaces de mantener un pensamiento positivo en un mundo que parece hundirse ante el recuerdo de la mirada inocente de los más pequeños.