La ronda de México, entre olivos

Una mañana cualquiera. Los pequeños y grandes del colegio Cristo Rey de la capital llegaron a sus clases sin la menor idea de la sorpresa que les aguardaba. Quién iba a decirles que unas guitarras, laúdes, bandolinas y panderetas teñirían de alegría una mañana que apuntaba ser como cualquier otra. Sin menospreciar, en absoluto, los tantos conocimientos, encantos y vivencias que el “cole” ofrece cada día. Tan solo había que apreciar los rostros atónitos de unos chiquillos que se vieron envueltos en una ronda entrañable. Alguna “cabecita” pensante seguramente se preguntase quiénes eran unos señores de negro que bien podrían emular una corte del siglo XVI. Otros, indiscutiblemente, fijaron su atención en unas capas que, aun siendo negras, presentaban gran colorido. Este era fruto de un conjunto de escudos de los incontables lugares por los que aquellos señores habían estado. Una diferencia sí había entre los peculiares músicos que fueron clase por clase. Unos portaban una beca morada. Otros, la llevaban colorada.

Era una de las pocas disimilitudes que encontrar entre los tunos. No obstante, había una que más impresionó a los colegiales. Y es que los “morados” venían del otro lado del Atlántico. Ojos como platos se sucedieron cada vez que se mencionó “México”, lugar de procedencia de la Tuna de Distrito Universitario de Michoacán. La agrupación se halla inmersa en un auténtico periplo por Europa. “Hemos pasado por Londres, Holanda, París y Barcelona”, indicó el jefe de la tuna mexicana, Axel Sosa. Asimismo, desveló el paso de la agrupación por Úbeda y Cazorla, unos lugares que los tunos mexicanos calificaron como “muy pintorescos y acogedores”. Claro está, no estuvieron solos. Quienes portaban la beca roja eran de la Tuna de la Escuela Politécnica Superior de Jaén —popularmente conocida como la Tuna de Peritos—. Estos últimos, junto a los tunos mexicanos, mostraron un vínculo muy especial que existen entre ellos. Hace tan solo unos meses, la Tuna de Peritos emprendió un periplo por México que la llevó a recalar en distintos lugares, entre ellos Morelia, donde les acogió la Tuna de Distrito Universitario de Michoacán. Esta última disfrutará de unos días más en la capital del mar de olivos que tanto le gusta visitar. “Después de Jaén iremos a Granada y Málaga”, matizó Axel Sosa.

Tras una visita radiante con la que disfrutaron gran cantidad de escolares, los tunos marcharon a conocer Diario JAÉN. Sus dependencias e historia acabaron en manos de unos tunos que también disfrutaron de conocer más de Jaén. Como no pudo ser de otra forma, interpretaron una ronda que, sin duda, hizo más llevadero el trabajo en la redacción. Algo que quedará en el recuerdo de quienes asistieron a tan inédita estampa con la que disfrutaron en gran medida. El tan conocido Clavelitos llegó a Diario JAÉN para también conquistarlo. Muy agradecida, la tuna mexicana se despidió entre los aplausos de su improvisado público. En tan solo unas horas, a ambas tunas, tan bien unificadas, le esperaba una visita a Lopera. De este modo, una curiosa mañana de martes se tornó en un viaje espectacular por una ronda verde olivar entrelazada con aires mexicanos. Una unión que confirma una pasión compartida que no conoce de distancia ni fronteras.