La música que volvió a llenar todo de vida en La Matea
La aldea de Santiago-Pontones disfruta durante el fin de semana de un amplio repertorio de artistas sobre el escenario del festival En Tierra de Nadie

El festival En Tierra de Nadie ha llegado para quedarse como así lo afirma su tercera edición. Con un carácter social, reivindicativo y cargado de buenas vibraciones, este festival demuestra año tras año que con el tesón, coraje e ilusión necesarias se consiguen las cosas, informa Raima Lara Muñoz. El propósito es claro, crear un festival de mucha calidad en el ámbito rural, donde el escenario que ofrece la Sierra de Segura hace las delicias de público y artistas. El lugar elegido es en La Matea, donde se mezclan montañas, vegas, puestas de sol espectaculares y la agradable temperatura que ofrece este paraíso natural en las tardes y noches del mes de julio, donde todavía se pueden ver algunos vecinos con la entrañable costumbre de tomar el fresco. Artistas de la talla de Arco, Capitán Cobarde (Albertucho), La Mare, Poncho K o Benito Kamelas son un claro ejemplo de la apuesta musical de este festival que integra diferentes estilos en perfecta comunión con el ambiente y la atmósfera creada pasando desde la canción de autor, el flamenco, mestizaje a sonidos indies o el más puro rock and roll.
Arrancó esta tercera edición con el concierto de Ana Cárdenas. La cantautora jiennense demostró su talento y punto de madurez musical en un ambiente familiar y con el sol todavía brillando con fuerza. Su guitarra y voz melodiosa conectaron con un público con ganas de música y de pasarlo bien. Ana Cárdenas hizo una propuesta valiente, decidida y como en su canción Siempre nos quedará París para los amantes de la música en directo siempre nos quedará el festival En Tierra de Nadie. Fue el aperitivo ideal, preparando a la gente para lo que estaba por llegar. Continuó la tarde con La Karmento, finalista del Benidorm Fest 2023, a un paso de representar a España en Eurovisión. Llegó rompiendo barreras, físicas y mentales. Su música bebe del folclore castellano-manchego, de la Sierra del Segura. La artista albaceteña (de Bogarra) demostró una vez más que los límites territoriales entre la Sierra de Segura (Jaén), la Sierra del Segura (Albacete) y el noroeste de Murcia, son de carácter administrativo. La cultura popular, las hablas y tradiciones son similares y en sus gentes todavía se aprecia ese arraigo de conexión que nos une.
Karmento, aunque descalza para estar más unida a la tierra, viene pisando fuerte. Canciones como El aguadero, La Serrana o Me dio pelusa, pertenecientes a su último álbum son un reflejo del momento tan dulce que está viviendo su música. Una puesta en escena que atrapa al público, que lo conduce a recorrer su infancia, que muestra los entresijos de las relaciones sociales de los pueblos de la España profunda, las vivencias con nuestras madres o abuelos. Desde el inicio conquistó a los espectadores entregados a su propuesta musical. Libre, brava y valiente. En esta comunión creada entre el público y la artista, bajó del escenario y cantó entre la gente, llegando a un momento culmen de su actuación. Incluso se atrevió al finalizar su actuación a cantar alguna copla a capella, como La Parrala.
Ya entrada la noche llegó el momento del más auténtico rock and roll. El Barbas, venidos desde la localidad serrana de Orcera, hizo sonar la distorsión de sus guitarras eléctricas. Un buen repertorio que mezclaron entre canciones propias y algunos himnos del rock español que agitaron a los espectadores. Canciones de Marea, Platero y tú, Reincidentes, Los Suaves, Rosendo como Jartos de aguantar, Trasegando, Corazón de mimbre, El roce de tu cuerpo, Flojos de pantalón o Dolores se llamaba Lola fueron algunas de las elegidas para su repertorio de covers. Terminaron con un popurrí de canciones de estas bandas, para el disfrute de los asistentes. Uno de los momentos más esperados de la jornada, y seguro que del festival, fue la llegada de los almerienses El Bombo. Repiten por tercer año consecutivo, convirtiéndose así en una de las bandas fetiche del festival, y viendo su actuación se entiende perfectamente el por qué. Su puesta en escena es potente, electrizante y hace que todo el mundo salte sin parar. Se les quiere y se nota.
En esta edición ya se puede ver cómo la gente canta sus canciones. Algunas de las más coreadas y que más conectan con el público del festival son Mundo Loco, La/Mi realidad, Voy a saltar, Yo quiero cantar, Hierba quemá... Y especialmente Fuego y ¡Qué bonito! con la que cerraron su actuación. Para finalizar la jornada estuvo en sesión DJ Merl, quien realizó una introspección en los sonidos más étnicos y sugerentes extraídos de las diferentes culturas extendidas por el mundo. El domingo llegarían las actuaciones de Los nietos del agobio, Ferrán Exceso, Ellos Rock, Ussuru Sound y el que sería el plato fuerte de esta edición del En Tierra de Nadie, los valencianos Benito Kamelas. Los asistentes del En Tierra de Nadie, venidos de diferentes comunidades autónomas aledañas a la Sierra de Segura, esperaban con ilusión el último día de conciertos, estando preparados para una nueva descarga de música en este paraíso natural que ofrece el municipio de Santiago-Pontones. Sin duda, este festival lleva trazas de convertirse, por todo lo que le rodea y el ambiente del mismo, en uno de los festivales referentes del verano en el sureste español.