La magia de la ópera arranca el aplauso de los jiennenses

La fantasía de La flauta mágica, una espectacular producción a cargo de la compañía Ópera 2001, desplegó un gran elenco de profesionales en el escenario del Teatro Infanta Leonor de la capital jiennense. Más de cien artista representaron una versión libre de una de las obras cumbres de Wolfgamg Amadeus Mozart, en versión original en alemán y con sobre títulos en español que se proyectaron en una pantalla situada en la parte alta de las tablas. Decenas de jiennenses fueron puntuales a la cita con el espectáculo de una compañía que desea guardar la esencia de un legado tan importante como es la ópera. Así, un público de todas las edades pudo disfrutar de un montaje con una escenografía ambientada en el antiguo Egipto y con elementos de la ciencia ficción.

Bajo la dirección musical de Martin Mázik, tenores, sopranos, mezzo-sopranos, barítonos y bajos hicieron sonar su voces en un espectáculo que fue del gusto del público que prorrumpió en sonoros aplausos para artistas y músicos en varias ocasiones. La función se estructuró en dos actos en los que una sucesión de personajes fantásticos como la Reina de la Noche, Tamino o Papageno escenificaron, a través de un viaje en el tiempo con paradas en distintas épocas históricas, la última ópera llevada a escena en la vida de Mozart y estrenada en Viena en septiembre de 1791 bajo la dirección del propio compositor, apenas dos meses antes de su muerte. Se trata de unas de las obras más representadas a nivel mundial, que la compañía Ópera 2001 trajo a Jaén en un único pase.

noche triunfal. La historia de amor llena de desafíos y acompañada de un decorado atemporal, es solo una muestra de los espectáculos que organiza y produce Ópera 2001, una compañía con más de 25 años en España, que seduce a los espectadores con la representación famosas obras del repertorio operístico como Nabuco y La Traviata, de Guiseppe Verdi o Madame Butterfly, creada por Giacomo Puccini.

El fastuoso vestuario imaginativo y las grandes columnas egipcias hicieron las delicias de un público al que un aparente cuento infantil, hizo reflexionar sobre valores como la bondad y la belleza.