Josefina Manresa regresa a Jaén

El monólogo de Rosario Pardo en el que el ausente Miguel Hernández está presente en todo momento sin que por ello le arrebate el protagonismo a su esposa y compañera Josefina Manresa llegó anoche al teatro Infanta Leonor con Los días de la nieve, a través de las palabras escritas por Alberto Conejero, la puesta en escena Chema del Barco y el carácter sencillo y transparente que emociona y enamora de Rosario Pardo en las huesos de una mujer nacida en Quesada, y que se trasladó al cuartel de Orihuela, donde destinaron a su padre como guardia civil. Allí conoció a un joven Miguel Hernández que la conquistó gracias a la poesía.

Al ritmo constante y suave del pedaleo de una máquina de coser, Rosario Pardo borda un hermoso vestido del color del mar, al tiempo que rememora una vida de amor y llantos, de privaciones y de guerra. En un cuarto en penumbra y rodeada de agujas y retales, destaca un baúl de donde surgen los recuerdos, las cartas y las fotografías que convierten la obra de Alberto Conejero en un verdadero tributo femenino. El cariño que Josefina le tiene a ese vestido que tan bonito le está quedando hace que se le suelte la lengua y comparta un rato de confidencias con una cliente joven y desconocida que no sabe por qué acude a ella.

A pesar de la convulsa época que le tocó vivir y de cómo esto influyó en su biografía, la exposición de la esposa del poeta crea una atmósfera vibrante en la que las vivencias de ella quedan finalmente hiladas con los poemas de él. En definitiva, una noche en la que la mejor Rosario Pardo regresó a Jaén con una obra que supone un homenaje a la mujer que no dejó indiferente a ninguno de los espectadores que fueron a verla.