Guadalupe Plata “reparte créditos” en el Aula Magna

Pedro de Dios y Carlos, con la ausencia de Paco, que dejó la formación hace unos meses por motivos laborales, regresaron a la Universidad, no a cursar una carrera, con los 18 años ya lejanos, sino a ofrecer un concierto en el Aula Magna en el que los presentes pudieron deleitarse con su peculiar forma de fusionar el blues con el rock, jazz y psicodelia.

El goteo de gente era constante minutos antes de dar comienzo el concierto: los que salían de clase, quienes decidían que la última hora era prescindible para ir a ver a Guadalupe Plata, los que se acercaron expresamente e, incluso, algún despistado que se acercó al ver tanto tránsito de gente y decidió quedarse a disfrutar de la buena música.

Se apagan las luces, los leds rojos toman protagonismo y la máquina de humo se pone en funcionamiento. No hay mayor indicador de que el show está a punto de comenzar. Los móviles comienzan a aflorar como las setas tras un día de lluvia y, al aparecer por la izquierda del escenario el guitarra y el batería, suenan los primeros aplausos sin haber llegado a escuchar un solo acorde. El público estaba entregado e iba con una premisa clara: pasarlo bien.

No tardaron en comenzar a moverse en sus butacas del Aula Magna los primeros culos inquietos, que no renunciaron a bailar los ritmos de Guadalupe Plata a pesar de no vivir el espectáculo en las condiciones habituales de este grupo de música independiente. Tal fue el énfasis de algunos que terminaron de pie, en los pasillos laterales, y no guardaron un gramo de fuerza, disfrutando del concierto como si este se celebrara en una gran sala diáfana, un bar o un estadio deportivo.

El sonido de la batería y la guitarra hizo vibrar los pasillos de todo el edificio C1 del campus.

Fue, sin duda, una jornada que todos los presentes recordarán por el espectáculo ofrecido gracias a la organización por parte de la Universidad de Jaén, a través del Vicerrectorado de Proyección de la Cultura y Deporte, que una vez más demostró que una entidad académica debe saber ofrecer al alumnado un oferta que vaya más allá de las aulas.