La organización de la cita estima la asistencia en unas mil personas para la primera jornada

The Gardener durante su actuación.

21 ago 2022 / 18:03 H.
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El frescor serreño alivió a los mil asistentes —según estima la organización— que disfrutaron de la primera noche de El Sierra, Festival Rural, con un pueblo de Beas de Segura completamente volcado con la cita nocturno con la buena música. Fue a eso de las 11:30 horas de la noche del viernes cuando empezó la vorágine festivo melódica del festival El Sierra.

Un cartel de lujo que protagonizaban los míticos Los Chicos, clásicos donde los haya. Pero, además, la jiennense María Guadaña también afilaba sus cuchillos y esperaban dos sesiones de bailes inolvidables y completamente diferentes, la de JOHA, DJ y MC conocida en el mundillo del hiphop, y la de The Gardener del colectivo Breaking Bass, más conocido como Manuel Chaparro de Califato 3/4. La jornada inaugural del esperadísimo El Sierra, Festival Rural, comenzaba casi al filo de la medianoche, como no podía ser de otra manera, con María Guadaña sobre las tablas del escenario. Muy bien rodeada de sus afiladores, la polifacética artista jiennense, la que más da que hablar, llegó para presentar los temas de su último trabajo: Latidos y culebras.

Sensualidad, magia negra y exorcismo de malos rollos brotaron del cuerpo de Guadaña, un pequeño aquelarre de sonidos con ejercicio de limpieza espiritual a base de voz y letras que consiguen remover por dentro y sentirlo por fuera en la piel. No faltaron en su tremendo espectáculo temas como Preto, La no novia, o su particular carta de presentación con La Muerte. Gran dosis de rock, idónea para la apertura de la noche.

Más tarde, sobre la 1:30 de la madrugada, llegaba el esperado turno para Los Chichos. Numeroso público se situaba en las primeras filas para no perder detalle de cada uno de lo que estaba por venir: una hora de canciones con las que más de una generación ha crecido. Abriendo boca con Sea como sea llegaba la primera descarga chichera, mientras la temperatura comenzaba a subir entre el público con baile y cante incluido. Y entonces, llegó. Son ilusiones, es uno de los temas más míticos del trío rumbero, y con él se desató el respetable, al igual que lo hiciera con otros tantos clásicos como Quiero ser libre, El Vaquilla, Bailarás con Alegría o Ni más ni menos, tema con el que se despidieron de los serreños.

JOHA llegaba al escenario con las ideas muy claras, hacer pasar una noche muy especial a todos los serreños, con canciones de raíz negra llenas de ritmos que invitan a bailar. Y lo consiguió con creces. En su repertorio como DJ no faltaron los guiños a su República Dominicana tan familiar, con momentos para revivir lo más bailado de finales de los años 90 con Proyecto Uno, a la vez que deja espacio para himnos de las generaciones más contemporáneas como Linda de Rosalía. El público transpiró toda la energía que emanaba cada una de las propuestas musicales de JOHA, respondiendo con baile y buen rollo, muy buen rollo, a cada uno de los temas.

Cerrando la noche y ya de madrugada, The Gardener se metió en el bolsillo a un público que lo esperaba con los brazos abiertos. El fundador del colectivo Breaking Bass y miembro de Califato 3/4 dejó claras sus influencias y gustos más considerados con una sesión de dos horas que puso el punto final a la primera jornada serreña. El breakbeat, el flamenco y la electrónica se dieron la mano para despedir lo que para la organización y el público parecía todo un sueño: volver a La Bolera de Valparaíso, en Beas de Segura, a disfrutar de su festival, El Sierra, Festival Rural, una cita con la música del todo inolvidable.

A la mañana siguiente, actividades para niños

El Parque Valparaíso de Beas de Segura rebosa actividad de noche, pero también de día. El buen rollo de El Sierra Kids, con actividades dedicadas a los más pequeños, traspasa generaciones y hace que los mayores también se animen a participar. Música, talleres, hinchables y arte de los que marcarán camino, como el de Ainara, que plasmó su talento sobre un folio en blanco en lo que, ojo al dato, podría ser el futuro logo de El Sierra, Festival Rural. Cuando cae la noche, el día se levanta con más música en directo, buena comida y bebida para continuar con la convivencia y la alegría en el marco de una cita que cada vez es más atractiva para el público.

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