Ritmos contagiosos que pusieron al público y al jurado a bailar fueron algunos de los ingredientes que ofreció La puta lagartija en la gran final. Una mezcla de pop, ska y mucha diversión para lo que fue una gran velada.

—Una vez terminada la gala final y siendo finalistas, ¿qué es lo que pensáis?

—Muy contentos y felices de haber participado en este concurso y llegar hasta donde hemos llegado. Ha sido una experiencia muy bonita y enriquecedora, sobre todo al ver lo bien que se lo pasó el público y sentir el cariño de la gente que vino a arroparnos desde nuestro pueblo. Hasta el Ayuntamiento de Orcera se implicó con nosotros poniendo un autobús al servicio de la gente que quisiera venir.

—Son los primeros finalistas de esta II edición, ¿pensaban que podrían llegar tan lejos?

—Pues era algo que no pensábamos, sobre todo al ver la cara del jurado cuando entramos a la primer audición. Desde el principio, nuestra intención ha sido disfrutar e intentar transmitir lo que nosotros sentimos cuanto tocamos nuestras canciones. Por eso, lo de ganar o pasar de rondas era algo secundario.

—Tienen la oportunidad de ir directamente a las semifinales de la tercera edición, ¿Qué creen que son capaces de ofrecer para el nuevo certamen y que les parece tener una nueva oportunidad?

—Pues fue una alegría enterarnos de que estaremos en la próxima semifinal, aunque en ese certamen, haremos lo posible para que pueda tocar el resto de la banda, ya que queremos que todos disfruten de tocar en un teatro como el Infanta Leonor. Nosotros ofrecemos alegría y buen rollo, para nosotros eso es la música.

—Fueron los únicos participantes de la edición que en todo momento decidieron interpretar temas propios, ¿creen que eso fue un punto de inflexión que los hizo llegar más lejos?

—Pues realmente no lo sabemos, eso es algo que se le debe preguntar al jurado. Sinceramente creemos que hemos llegado tan lejos porque lo que hacemos, lo hacemos con el alma, y cuando las cosas se hacen desde ahí, llegan siempre muy lejos.

—A pesar de que este concurso al final es una competición, todos los concursantes os alegrasteis del éxito de los otros, ¿de dónde viene ese vínculo de cariño que se ha forjado en tan poco tiempo?

—Bueno, siempre con algunos haces buenas migas porque coincides en varias audiciones y con los nervios a flor de piel se crean vínculos estrechos con los de tu alrededor, ya que todos están en la misma situación. De todas formas, nosotros siempre nos alegramos del éxito ajeno, eso es algo que deberíamos aplicar todo el mundo en nuestra vida cotidiana y tener siempre en cuenta que el éxito ajeno es un camino seguro hacia lo prosperidad y no implica el fracaso propio.

—Desde las audiciones hasta la final, ¿cómo fue la experiencia?

—Pues ha sido una experiencia muy bonita. Simplemente hemos disfrutado del proceso e intentado aprender en todos los aspectos para poder seguir creciendo como personas y como banda. La verdad que nos ha despertado aún más el gusanillo de la música.

—Todo el pueblo de Orcera se volcó con la final y con su paso por el concurso, ¿cómo se sienten tras ver todo esto?

—Ese ha sido el mayor premio, ver como la gente se ha volcado, como cantaban, como coreaban el nombre del grupo, como nos empujaban para estar arriba. Eso no tiene precio y es algo por lo que estaremos siempre agradecidos. El Ayuntamiento también ha colaborado poniendo un autobús a disposición de la gente, haciendo publicidad en las redes, simplemente darles a todos las gracias.

—¿Cómo valoran esta iniciativa de Diario JAÉN para buscar el talento por la provincia?

—Pues es una buena iniciativa, aunque creemos que deberían ampliarlo para que puedan participar grupos. Hay mucho talento en la provincia que a veces queda truncado por no tener un escaparate donde tocar y donde hacerse visibles.

—¿Animarían a otros jóvenes a participar en este concurso?

—Claro, estas experiencias hay que vivirlas independientemente de cual sea el resultado.