Entre la vocación y la inspiración

El jiennense Jesús Pamos no abandona sus impulsos creativos y dedica su tiempo libre a la ilustración

31 ene 2018 / 09:18 H.

Expresar emociones a través de la imágenes y contar una historia con ellas es un don que el jiennense, Jesús Pamos, pone en valor cada día cuando busca un momento de desconexión para ponerse ante un fondo blanco y dejarse llevar por la inspiración, algo que se ha convertido en la mayor de sus aficiones. “Dibujo desde que era pequeño. Recuerdo que, en preescolar, la maestra me llevaba por las clases con las figuras de plastilina que hacía en clase. Cuando crecí, me gustaba representar figuras de ficción como Heman, Goku, Caballeros del Zodiaco, personajes que, por la edad, se convertían en nuestros héroes. Pero el arte, en todo el sentido de la palabra, lo conocí en la Escuela de Arte José Nogué de Jaén. Allí hice de mi afición mi forma de vida”, cuenta Pamos, quien asegura que, posteriormente, estudió Magisterio. En esa línea, añade: “La vida da muchas vueltas y, actualmente, trabajo como empresario en la gestión de un gimnasio en la capital., una labor que desempeño desde hace ya 11 años. Aunque no me queda mucho tiempo para expresarme artísticamente, aprovecho cualquier ratito para soltar la mano con un bolígrafo y mis descansos para coger el ordenador y hacer alguna caricatura o, incluso, pintar con aerógrafo un casco de moto. También me gusta esculpir y, de vez en cuando, lo hago con una pasta parecida a la arcilla”.

Y es que el jiennense muestra unas inquietudes artísticas latentes, algo que le lleva a querer avanzar en su pasión por el arte. “Me gustaría aprender a trabajar técnicas nuevas como, por ejemplo, el óleo, aunque por mi limitación de tiempo ahora mismo me es imposible. Sin embargo, creo en el sentido de la inspiración, que no siempre está ahí cuando se necesita, pero lo busco. Actualmente, hago esto como aficionado. Muchas personas me hacen encargos. Hace unos meses, un usuario que visitó mi Instagram me pidió un retrato de un personaje de una serie hecho a boli y se lo mandé a Estados Unidos”.

Pamos confiesa ser un gran amigo del artista linarense Belin, con quien estudió en Secundaria. En esta línea, destacó: “Sigo muy de cerca la progresión de su obra. Él no para de animarme para que no deje de pintar. También tengo mucha relación con otros artistas de la capital como José Ríos, del cual siempre me sorprenden enormemente la calidad de sus cuadros de hiperrealismo”.

El jiennense sabe que, en cualquier momento, la inspiración llamará a su puerta y no podrá negarle el paso. Mientras tanto, aprovecha su tiempo de descanso para trabajar en algo donde no solo pone su alma sino también su talento a disposición de sus conocidos y seguidores.