Emilio de Justo salva la tarde con Boticario

No fue la tarde esperada por el público jiennense. Solo Emilio de Justo, en el último toro, Boticario, cortó dos orejas. El coso de La Alameda presentó un 75 por ciento del aforo disponible.

Saltó al albero el primer astado, Vagón. Aunque puso en aprietos al picador y a los banderilleros, se le echó en falta raza. Morante le sacó lo que pudo: nada. Estocada trasera y desprendida que dejó al andaluz en secano en su primera faena.

El segundo de la tarde fue para Talavante. Asistente fue cumplidor en los tercios. Pinchó el diestro una vez y a la segunda fue la vencida. Hubo fuerte petición de oreja que quedó en eso, petición. El extremeño hizo una faena seria y supo poner la plaza en pie con su arte.

Emilio de Justo saltó con certeza y firmeza al tercer astado de la tarde, Aceituno. No lo acompañó el toro que tuvo poca fuerza. No pudo hacer mucho más. Dos pinchazos, un aviso y numerosas descabelladas terminaron la faena.

Se encrespó el público con Morante en el cuarto toro. No supo sacarle la chicha que el respetable vio. Al final dos pinchazos, uno de ellos hondo, que hizo que el andaluz se marchase de Jaén de vacío. Tuvo actitud durante una faena que no llegó a cuajar

Buen toro el quinto, Minadoro. Talavante le sacó lo que tenía dentro pero le falló la espada. Tuvo que dar tres estocadas para que las mulas pudieran llevárselo.

Emilio de Justo la armó y le cortó las dos orejas al sexto, Boticario. Faena de toreo caro con un buen toro de Garcigrande. Una apoteosis. Suavidad y faena con temple, dio esplendor a la tarde y logró la puerta grande. Muy merecida.