El Museo Íbero acoge una exposición de 70 exvotos de bronce que se muestran por primera vez
Su cronología parte, por lo general, de los siglos IV y III antes de Cristo

El Museo Íbero de Jaén acoge una exposición de 70 exvotos de bronce y que pertenecen a la Fundación Rodríguez-Acosta. La muestra, que está promovida por Caja Rural de Jaén, acoge un conjunto de exvotos íberos de bronce nunca antes mostrado completo fuera de su lugar de exhibición permanente en la Fundación Pública Andaluza Rodríguez-Acosta, en Granada.
El delegado territorial, Jesús Estrella; el gerente de la Fundación Caja Rural de Jaén, Luis Jesús García-Lomas; y el comisario de la exposición, Javier Moya, de la Fundación Rodríguez-Acosta, han sido los encargados de inaugurar esta exposición que se exhibirá en el Museo Íbero hasta el 5 de junio.
La exvotos expuestos pertenecen en su mayoría a la Colección Gómez-Moreno, más unos cuantos correspondientes a los fondos legados por el pintor José María Rodríguez-Acosta. Ha sido Estrella el que ha destacado durante la inauguración "el potencial del museo jiennense para ser un auténtico referente internacional de la cultura y la arqueología íbera".
La muestra, según se ha informado desde la Junta de Andalucía, responde a unos criterios muy estrictos de selección, ya que posee proporcionalmente un número elevado de piezas excepcionales, fuera de las series estandarizadas más comunes. Se trata de los ejemplares "mejor conservados y de mayor calidad de cuantos se ofrecían en el mercado de antigüedades tras el descubrimiento y extracción masiva de estos materiales a principios del siglo XX".
Manuel Gómez-Moreno los recopiló personalmente seleccionándolos entre los cientos que le fueron ofrecidos cuando conformaba la colección del Instituto Valencia de Don Juan, en Madrid, del que fue director en las décadas de 1920 y 1930. Por su parte, José María Rodríguez-Acosta adquirió algunos de los mejores ejemplares a la venta para la decoración de su estudio en construcción hacia 1916.
Los íberos expresaron algunas facetas de su religiosidad a través de exvotos en forma de pequeñas figuras elaboradas habitualmente con bronce macizo y realizadas mediante la técnica de la cera perdida, representativas del arte popular de la época.
Su cronología parte, por lo general, de los siglos IV y III antes de Cristo. Pese a la estilización de los oferentes masculinos y femeninos en actitud de plegaria, con algún rasgo exagerado y portando alguna ofrenda, la variedad de actitudes y personajes de la colección de la Fundación permite formar una galería iconográfica "enormemente rica y sugestiva de aquella civilización".
A cambio de protección, bienestar, prosperidad y salud, o utilizados en ritos de paso, los exvotos eran depositados como ofrendas del ritual o del culto en los santuarios íberos del sur y sureste peninsulares, localizados por lo general sobre elevaciones del terreno y en cuevas, cercanos a vías de comunicación importantes y cursos de agua, fuera de los núcleos de población.
Los de la Colección Gómez-Moreno proceden en su casi totalidad de Despeñaperros, concretamente del santuario de Collado de los Jardines en Santa Elena y quizá también en algún caso de los Altos del Sotillo en Castellar, siempre en la provincia de Jaén.
Esta exposición se complementa con la que se muestra en el Museo de 'Exvotos íberos. Paisajes sagrados, peregrinación y ritos', organizada junto a la Universidad de Jaén en homenaje a Pilar Palazón, de forma que, entre ambas se ofrecerá un extenso repertorio y conocimiento de este tipo de ofrenda que de forma más completa representa las creencias íberas y de las que los santuarios de la provincia de Jaén son "el mejor ejemplo y de donde proceden los exvotos".