El goteo de jiennenses en “Ahora caigo” no se agota

Solo dos oponentes le quedaban por “eliminar” a Marinela, la aspirante central de “Ahora Caigo” —el concurso diario de las tardes de Antena 3 que presenta el “showman” valenciano Arturo Valls— cuando se decidió por Trini, la participante que aguardaba su turno en uno de los círculos laterales con el número 8: “Hola, me llamo Trini, vengo de un pueblo de Jaén que se llama Alcalá la Real, estudio Filología —‘¡cuándo serás mía!’—, tengo veintitrés años y los fines de semana curro para ganarme unas pelillas...”. Así de simpática, con ese desparpajo se presentó la alcalaína Trini González Sáez al público y a los telespectadores a los que, además, les aclaró qué haría con el dinero si conseguía “anular” a Marinela: “Sería para un pisito, un nidito de amor... ¡Diego, un besito!”, que le lanzó desde la pequeña pantalla. “Ay, qué bonica”, exclamó un sonriente Valls.

Toda una vivencia para esta estudiante de letras que recuerda que fue a mediados del pasado mes de octubre cuando se inscribió para participar en el programa —se confiesa toda una “fanática” de este tipo de espacios, y de “Ahora caigo”, especialmente—: “En noviembre me llamaron para hacer el castin y en diciembre me llamaron de nuevo para decirme que había sido seleccionada y que si quería ir al programa”, asegura González, que, “encantada”, se presentó en el estudio de Barcelona donde se graba, para intentar llevarse lo máximo posible: “Fue una experiencia muy buena, conocí a gente de toda España y volvería a repetir sin duda. En resumen, nos trataron genial los de la productora. A pesar de que estaba muy nerviosa, creo que me desenvolví muy bien”, rememora.

Superó preguntas como “¿de qué idioma viene la palabra fricandó?”, “¿qué cantante de Huelva es autor de la canción ‘Mujer de las mil batallas’?” y “el oso Grizzly ayuda a mejorar el ecosistema mediante la distribución de semillas a través de sus...”, pero fue el Naturalismo como corriente literaria representativa de la obra de Emile Zola la respuesta que no encontró y que terminó por abrir el suelo bajo sus pies sin darle tiempo siquiera a saludar o a despedirse, cuando a punto estaba de hacerse con un comodín de la concursante central y, en consecuencia, a un paso de los cien mil euros: “Fui la última concursante en caerme y estuve a punto de llevarme los quince mil que mi otra compañera se llevó, pero bueno, me quedo con la experiencia, que es lo más importante”, concluye Trini González Sáez.