Edificios engalanados de acuarela

José Miguel de la Torre inaugura en La Barra una muestra con doce obras

12 oct 2019 / 16:39 H.

Un arquitecto técnico que ve más allá del “esqueleto” de los edificios que los mantiene en su sitio. En un lugar en el que perdurarán hasta nuevo aviso del tiempo o de quienes en su día lo erigieron. José Miguel de la Torre va más allá y ve en la columna vertebral de su oficio la belleza, colorido y encanto que los edificios conjugan. Un paisaje urbano dosificado en doce obras a acuarela. Así es la nueva muestra que José Miguel de la Torre inauguró ayer en la taberna La Barra en compañía de familiares y amigos. “Tengo que agradecer enormemente a Carlos de Pablo, el propietario, quien es muy buen amigo y me propuso que para feria tuviese una exposición preparada”, explicó el artista. Itinerarios y edificios de la capital que de la Torre recorre con asiduidad quedan plasmados en sus acuarelas. Si bien, tal y como dijo, detalles de otros lugares consiguen colarse: “Hay alguna pequeña muestra de mi pueblo natal, Martos, así como de otros de los más bonitos de la provincia como Hornos de Segura y Quesada”.

Aficionado indiscutible de la pintura y autodidacta para conocer sus confines. No obstante, de la Torre reconoce haber recibido una ayuda fundamental: “Mi mujer era profesora de acuarela, aunque me dice que soy el peor alumno que ha tenido en su vida. Soy muy terco y, aunque sigo sus consejos en cierta medida, al final acabo haciendo lo que quiero”. Un risueño José Miguel de la Torre se mostró sin tapujos y afirmó, incluso, haber hecho de la acuarela una terapia “en una época en la que hubo algún que otro problema”. Incansable, el artista ha “domado” la acuarela a su antojo a pesar de ser considerada la técnica pictórica más complicada: “Así se aprecia porque es muy difícil rectificar una vez hayas dado una pincelada. A pesar de esto, es la que más me gusta porque me encanta la espontaneidad y veo que es importante plasmar aquello que sale de dentro en el momento”. Emotividad y recuerdos se engarzan en una muestra que podrá disfrutarse sin fecha límite, de momento, en la taberna La Barra, en la calle Cerón de la capital. Allí mismo podrá disfrutarse de una docena de obras a cuyo conjunto el autor no quiso dotar de un título específico: “Simplemente, la considero una forma de expresar y compartir con amigos mi afición. No he pensado en llamarla de una manera especial”. De este modo, la perspectiva más artística de un arquitecto técnico queda plasmada por medio de una colorida técnica a acuarela que ofrece una visión distinta de algunos recodos de la capital del Santo Reino. Sin olvidar, en absoluto, aquellos detalles de otros rincones del mar de olivos que tanto ama José Miguel de la Torre.