Don Quijote lo inunda todo

El Museo Provincial acoge una exposición bibliográfica del Ingenioso Hidalgo

23 abr 2016 / 10:31 H.

De momento, es solo un aperitivo para abrir boca. Apenas medio centenar de ejemplares en una avanzadilla del millar que en los próximos meses se sumarán a la exposición Para siempre Cervantes: 1.000 Quijotes en Jaén, de la colección privada del profesor Martín Lerma Molino. Una delicia.

La muestra se encuentra en una de las salas, la del Siglo XX, de la primera planta, en la sección de Bellas Artes del Museo. Está presidida por el cuadro del pintor malagueño José Moreno Carbonero Don Quijote y los molinos de viento (hacia 1900), un óleo sobre lienzo de gran tamaño, que es un préstamo del Museo del Prado. Representa la escena “no eran gigantes, sino molinos”, con un Rocinante de capa castaña y su jinete volteados por las aspas. Frente al óleo, en tres vitrinas, pueden contemplarse verdaderos prodigios del ingenio humano con el famoso hidalgo como protagonista. Por haber, hay una edición en miniatura, en papel biblia, forrada en pergamino, de cuatro o cinco centímetros de alto... para dejarse los ojos y la vista.

Hay álbumes de Don Quijote hechos con los cromos que salían, en el año catapún, en una marca de chocolates, también una colección de diapositivas, estampas varias y un buen número de ejemplares de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, en ediciones reducidas, resumidas... un facsímil de la tercera edición, versiones infantiles, escolares y extendidas... Lo dicho, una delicia de la que, sin duda, disfrutarán pequeños y mayores.

Por haber, hay ediciones en diferentes idiomas como esperanto, braille, otomí (México), euskera, bable, vietnamita y... latín macarrónico. Esto último puede sonar a guasa, pero el erudito Ignacio Calvo, pionero en la investigación de la Cueva de los Muñecos de Despeñaperros, publicó una traducción en ese idioma inexistente.

Martín Lerma explicó que Ignacio Calvo cursaba estudios en un seminario y por una chiquillería que hizo estuvo a punto de ser expulsado. Para expiar su culpa fue castigado a traducir el primer capítulo de El Quijote, pero, como por aquel entonces no sabía casi nada de latín culto, le salió un latín macarrónico. Con el tiempo le hizo gracia y decidió traducir de esa “sui generis” manera el resto de la obra. Martín Lerma, como buen coleccionista que es, de cada obra tiene su pequeña historia y, contada por él, resulta fascinante, porque disfruta compartiendo su pasión, y lo hace de manera altruista, que son Miguel de Cervantes y su novela más universal.

La exposición 1.000 Quijotes en Jaén fue inaugurada por la delegada de Cultura, Pilar Salazar, y forma parte, dijo, de los actos programados por la Junta en Jaén para conmemorar el 400 aniversario de la muerte de Miguel de Cervantes. “Se trata de una selección de la colección cervantina privada del jiennense Martín Lerma Molino, que alcanza un número de 1.300 ejemplares”, señaló la delegada. La exposición, añadió, mostrará de forma rotatoria gran parte de esta colección privada, hasta el 31 de diciembre. También, paulatinamente, se aumentará el número de vitrinas.