Cruce en el camino de dos jiennenses hacia el Goya

La linarense y la arquillera comparten nominación en la categoría de Mejor Actriz

15 dic 2015 / 09:05 H.

La tristeza en sus miradas remueve al espectador. La de una, por ser la víctima de una cruel crisis que se ensaña con los más débiles, los que sacan coraje de donde no queda nada para sobrevivir; la otra encarna el vértice de un triángulo imposible, una tragedia lorquiana, la pasión y la muerte se vislumbran entre sus pupilas. Son Natalia de Molina e Inma Cuesta, las dos actrices jiennenses que compiten por el Goya a Mejor Actriz; la linarense por Techo y comida y la arquillera, por La Novia. Dos caminos que se han cruzado hasta el próximo 6 de febrero, cuando se celebre la ceremonia de la trigésima edición de los premios más importantes del cine español. Pero no solo compiten las dos talentosas jiennenses por el galardón en esta categoría, sino que se verán las caras con la actriz española más internacional (con tres Goyas y un Oscar) Penélope Cruz y la francesa Juliette Binoche, también oscarizada y con una trayectoria de vértigo.

¿A la tercera la vencida?. No será la primera vez que las jiennenses pisen la alfombra roja de los Goya como nominadas. Inma Cuesta, de hecho, es la tercera vez que repite como candidata en esta misma categoría. Ya lo fue por su papel en La voz dormida, en 2011, y por 3 bodas de más, en 2013. Ahora vuelve a estar en las quinielas con este papel dramático, dirigida por Paula Ortiz, el que ya le ha valido nominaciones también en los Premios Feroz —nueve en total para la cinta, también la gran favorita en esta antesala de los Goya— antes de su estreno, ya que llegó a las salas el pasado viernes. La Novia, además, en esta edición de los Goya, es la película con más nominaciones, nueve en total, entre ellas, las consideradas categorías más importantes, como Mejor Película y Dirección. Y también hay que destacar la de Mejor Música Original, obra de Shigeru Umebayashi, ya que en la banda sonora participa el baezano Pachi García, Alis, con una adaptación de Leonard Cohen y un tema original para los títulos de crédito.

Natalia de Molina, por su parte, ya tiene un Goya a sus espaldas en su corta trayectoria. Fue el de Mejor Actriz Revelación y lo consiguió con su primer papel en el cine, Vivir es fácil con los ojos cerrados, en 2013. Solo dos años después, está a las puertas de conseguir otro “cabezón” y llega muy reforzada por el éxito que el papel de Rocío ha recogido desde su estreno en abril en el Festival de Málaga. Ya allí consiguió la Biznaga de Plata como mejor actriz y también está nominada en los Feroz, la primera “batalla” entre las jiennenses. Las críticas, desde su estreno el 4 de diciembre, para la linarense son excelentes. Natalia de Molina, tras conocer su nominación a los Goya, se expresaba así en las redes sociales: “No tengo palabras. Gracias. Techo y Comida de todos y para todos. La voz de Rocío hoy se escucha”.

NATALIA DE MOLINA
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Rocío es una joven madre soltera y sin trabajo que no recibe ningún tipo de ayuda ni subsidio, por lo que no puede hacer frente a los pagos del alquiler del piso en el que vive. Entre la vergüenza y el temor a perder la tutela de su hijo Adrián, de 8 años, Rocío sufre en soledad una situación de precariedad que lejos de mejorar, empeora cada día. “Esta película es necesaria para que veamos la injusticia de un sistema que nos asfixia y olvida a las personas”, dijo la actriz de Linares al recoger la Biznaga de Plata en Málaga.

INMA CUESTA
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Son desde niños un triángulo inseparable, pero Leonardo y La Novia poseen un hilo invisible, feroz, imposible de romper. Pasan los años y ella, angustiada, se prepara para su boda con El Novio, en medio del desierto blanco. El día anterior a la ceremonia, llama a su puerta una mendiga que le ofrece un consejo: “No te cases si no le amas”, y también un regalo, dos puñales de cristal. Un escalofrío recorre su alma y su cuerpo: “En La Novia me dejo los restos, me he entregado de una manera sobrehumana”, dice la actriz.