Contar con la imaginación

Crítica cultural sobre “Hamelín”, obra de Ramón Molins presentada el 27 de noviembre en el Festival de Teatro de Cazorla

29 nov 2024 / 17:18 H.
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En su largo recorrido, en su larga relación con la sociedad, el teatro ha provocado no pocas e inevitables cuestiones. Algunas pasan por definir su utilidad dejando al margen el propósito original de este arte comunicativo y literario. Cualquier expresión artística perdura en el tiempo por su capacidad de conmover al público al que va dirigido. En este sentido, el teatro no es menos. Se recuerdan de él los mejores textos, los mejores autores, los mejores intérpretes, los mejores montajes, sin olvidar que el cuerpo general del teatro lo conforman una infinitud de trabajos que dignifican esta profesión de la interpretación. El teatro infantil siempre ha sido un reclamo en las programaciones de los mejores eventos escénicos, no en vano en las edades pequeñas se cultiva el público que mañana llenará las salas de teatro. Tal vez sea hacia este pequeño público al que se dirige con mayor ahínco la mayor oferta de productos teatrales educativos, llenos de valores o temas que muestren claramente su posibilidad didáctica o instructiva, dejando, con cierta inclinación al desprecio, el hecho mismo de contar y jugar con la imaginación. Una historia que se cuenta sobre un escenario debe nacer por sí misma, todo lo demás supone una presión ejercida sobre esta que, en no pocas ocasiones, termina desvirtuando la propia historia. Demos el contenido que demos a cualquier trabajo expuesto sobre el escenario, la imaginación ha de ser un arma poderosa utilizada para el hecho de contar, captar y hacer sentir frente al ejercicio artístico. Xip Xap Teatro sabe de esto, sabe que no es necesario crear nuevos argumentos sino que, con un trabajo virtuoso amparado en la imaginación rica, infantil y pura, se puede hacer un precioso espectáculo teatral para los espíritus infantiles de todas las edades adaptando viejas y eternas historias. Hamelín es un ejemplo de ello. Esta vieja leyenda alemana contada por los hermanos Grimm está inspirada en los hechos que tuvieron lugar, hace ochocientos años, en la ciudad nombrada en su título. Y esta versión de Xip Xap Teatro la trae a nuestros días viva y fresca, actualizada y capaz de ser no una vieja leyenda sino una nueva historia. En su adaptada argumentación se proyecta un elemento didáctico que pasa por identificar la presencia de las ratas con los pensamientos dañinos o negativos, todo lo demás es puro cuento. Pero lo que hay realmente es un juego dinámico e imaginativo, capaz de enriquecer la habilidad comprensiva de las pequeñas mentes, así como favorecer un vuelo sutil por la capacidad humana que sufre, herida por las nuevas tecnologías, la pérdida acelerada de eso que llamamos imaginación. Este Hamelín se muestra rico en ingenio, en frescura, rico en actores y adaptación del argumento, rico en dirección y puesta en escena. Es una historia vieja mejorada con un concepto estético actual, que aúna la presencia humana con un mundo de juguetes y títeres capaces de hacer las delicias teatrales para nuestra infantil condición y realidad.

Diario JAÉN


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