“Bullying” en el escenario
El Pequeño Pony pone de relieve el acoso escolar, en el Teatro Infanta Leonor
Una mesa y unas sillas simulan un salón. Una pareja, Irene y Jaime, interpretada por los actores María Adánez y Roberto Enríquez, charlan tranquilamente del día, el trabajo y los detalles de la cotidianidad, hasta que surge la frase: “La directora del colegio quiere hablar con nosotros”. Así se presenta el conflicto, de una forma natural, como en la vida real. A pesar del suave comienzo, la representación de El Pequeño Pony, dirigida por Luis Luque, cobra fuerza y sube de intensidad para acercar a los jiennenses al drama del acoso escolar. El Teatro Infanta Leonor acogió a un público muy interesado en el texto de Paco Bezerra, enmarcado en el XVII Festival de Otoño de Jaén.
“Es una obra dura y sincera, que remueve conciencias”, comentó la concejal de Cultura, Francisca Molina, que asistió al estreno en la capital del Santo Reino. “Es importante concienciar del acoso escolar. Esta obra de teatro tiene doble finalidad, tanto en el aspecto cultural, que ofrece un espectáculo de una calidad importante con actores consagrados, como de función didáctica”, declaró la edil, y añadió: “Es un tema muy presente y actual, por desgracia, y se debe conocer mejor la situación trágica que se está viviendo”.
La actriz madrileña María Adánez, conocida por series de televisión como Aquí no hay quien viva, Farmacia de Guardia o La que se avecina, interpretó a la madre preocupada y luchadora que defiende a su hijo por encima de cualquier adversidad que se le presente. Roberto Enríquez, actor leonés que participió en las películas Gordos, Azul oscuro casi negro o Suspiros del corazón, entre una larga trayectoria cinematográfica y televisiva —al igual que su compañera sobre el escenario— hace el papel de Jaime, padre implicado y marido comprensivo.
Luismi es el protagonista invisible del relato. La historia avanza a través de las conversaciones y discusiones de sus padres, Irene y Jaime. Durante el trascurso de la obra, el público fue testigo de cómo algo tan inocente como una mochila con ponis rosas y lilas despierta unas burlas que, poco a poco, se transforman en vejaciones y la violencia más brutal de sus compañeros de clase.
REALIDAD. La historia está inspirada en hechos reales que ocurrieron en Estados Unidos. A Grayson Bruce, un niño de nueve años, tras sufrir varios ataques físicos y verbales, le fue prohibida la entrada al centro escolar por llevar una mochila de la serie de dibujos animados Mi pequeño pony. La dirección del colegio consideró “detonante de acoso” el hecho de que Bruce acudiera a clase con la mochila y le acusaron de haber provocado “discupción en el aula”.
Un mes antes, y al igual que Grayson, otro niño, Michael Morones, tuvo serios problemas en la escuela y le pasó algo muy similar. También era seguidor de los mismos dibujos animados. De esta forma, la famosa serie de animación Mi pequeño pony se convirtió, inesperadamente, en uno de los mayores símbolos de la lucha contra el “bullying”.
El autor del texto, Paco Bezerra, y el director, Luis Luque, dedican en el libreto, esta obra a los americanos Michael Morones, a Grayson Bruce y a todos los niños que, como ellos, han sufrido insultos y agresiones sin que ningún adulto a su alrededor haya hecho nada por evitarlo.