—¿Cómo se empezó a fraguar la historia de este nuevo libro?

Los Hilos del Pasado y su segunda parte, Sophie, surgió a raíz de que comencé a investigar sobre la revolución estudiantil de París de 1968 y quería mezclar los dos mundos, entre este y el de los años 70 en Andalucía, donde la sociedad tenía la mentalidad de la dictadura franquista y sirviera de comparativa sobre cómo se veía la vida “a partir de los Pirineos para arriba”. Para escribirla viajé a los lugares donde se desarrolla la historia, estuve en Lyon y en París para documentarme y también en Jerez de la Frontera, porque la obra se desenvuelve en un el mundo vinícola.

—¿Qué anécdota destacaría de esos viajes?

—Como dentro de la obra también se trata el tema de las falsificaciones de arte y el mundo hippie de los años 70, estuve en Ibiza. Además, la protagonista se ve inmersa en la historia con uno de los falsificadores más importantes del siglo XX, un personaje a nivel mundial muy conocido y, de hecho, tuve el honor de conocer al abogado que lo defendió, quien me dio la información del personaje para describirlo.

—¿Cómo definiría su obra?

—La editorial me dijo que era una novela muy original con una temática muy peculiar que llegaba tanto a las mujeres como a los hombres. También, muchos lectores me comentan que es una novela ágil y que engancha desde las primeras páginas, porque a medida que se desarrolla la historia se van abriendo puertas. Otros también me dicen que les ha apasionado y las críticas que recibe la novela son muy buenas, además, lo importante es que mucha gente lo vive como una película y esto es como una puertecita y se va asomando la gente.

—Habla de “abrir puertas al lector”, ¿qué mensaje quiere transmitir al lector?

—Un mensaje de positivismo, de que las cosas no pasan por casualidad y hay que aprender de lo que nos ocurre. No podemos seguir aferrándonos al pasado, tiene esos mensajes que llegan al alma y lo que quiero transmitir es tranquilidad y un mensaje de aceptación de lo que nos ocurre. Si algo positivo nos pasa, tenemos que valorarlo y saber dar las gracias por las cosas que nos pasan.