—¿Qué supone cerrar la edición de mayo del Música en Segura?

—Estoy contentísima y muy ilusionada porque es el primer concierto que tengo tras el parón, por lo que hace que sea muy especial. Además, recuerdo mi paso, en 2015, por el festival Música en segura, fue una de esas actuaciones que se te quedan grabadas por el enclave y la energía que se mueve.

—El enclave no será el mismo por la crisis sanitaria pero, ¿en qué cambia la Rocío Márquez de 2015 a la que se verá este año?

—Vamos con un repertorio muy distinto aunque la formación es la misma —guitarra y voz— y un formato íntimo. En 2015 llevamos canciones de un flamenco más tradicional y en esta ocasión haremos parte del último disco que hemos lanzado, Visto en el Jueves, que es una recopilación de cantes y canciones que hemos extraído de algunas cintas de casete que compramos en el mercadillo de segunda mano de los jueves, en la calle Feria de Sevilla, de ahí viene el nombre que le pusimos al último trabajo.

—Es su primera actuación desde el decreto de estado de alarma. ¿Hubo muchas cancelaciones?

—Muchísimas. Marzo entero, abril entero y lo que llevamos de mayo. Teníamos cerradas fechas de nuestra gira en Nueva York, Miami, California, Francia, Alemania... Se cayó absolutamente todo.

—Los teatros y las salas abren el lunes, pero al 30% del aforo. ¿Ve suficiente la medida para la recuperación de la industria?

—Poco a poco. Esto es mucho más complejo porque no es solo poder abrir una sala, sino que hay festivales a los que se les ha caído el patrocinio y, por lo tanto, su principal vía de financiación. Si por el contrario recuperaban la inversión con la taquilla y esta se reduce a más de la mitad, ocurre igual. Otro factor que influye es el miedo de la gente, al público le tiene que apetecer y todo eso es cuestión de tiempo, a eso no se va a llegar de la noche a la mañana.

—¿Cómo cree que será actuar para un público que no va a ver?

—La verdad es que lo más parecido que he hecho ha sido en platós de televisión sin público, pero antes que pensar en llegar a la gente debemos pensar primero en nosotros, pues es la única manera de transmitir al público. Se lo contaré cuando lo viva (risas).