Aprender pensando que juegan, a la venta
La profesora María Lourdes Jiménez, de Villanueva de Arzobispo, publica un libro sobre la “nueva enseñanza”

Mujer todoterreno. María Lourdes Jiménez es la mejor docente de España, nació en Villanueva del Arzobispo y es autora de numerosos libros relacionados con el ámbito educativo, aunque también ha escrito poesía, sobre risoterapia y cuantos infantiles como ¿Y si nos tapamos los ojos? Ahora, la villanovense vuelve a las librerías con Aprender pensando que juegan.
¿Es un libro para las familias o está enfocado a docentes? Es una obra para todos. “Es un libro para entender que la escuela puede tener un enfoque pedagógico distinto, que el juego también cabe en las aulas y que, de esa manera, se aprende más y mejor”, indica Jiménez, que asegura que el libro es una “herramienta útil” para profesores y futuros docentes y “valioso” para que las familias entiendan que con un tipo de metodología distinta se aprende.
El lector que se enfrente a Aprender pensando que juegan encontrará “un amplio abanico de recursos para desempeñar la enseñanza sin la necesidad de utilizar un libro de texto en el aula”. “Es un manual de actividades prácticas para cada área, donde, por ejemplo, se explica detalladamente cómo organizar un horario”, explica la docente villanovense, que asegura que el principal objetivo de su nueva obra es “visibilizar la existencia de un modelo educativo diferente”. “Pretendo dar a conocer una forma de educación y escuela distinta”, apostilla Jiménez.
En esta misma línea, asegura que son muchos los docentes que ya demuestran, con metodologías innovadoras, que otra escuela es posible. “Este libro recoge, de forma práctica, las diferentes metodologías que pueden hacer posible ese ansiado cambio pedagógico, pues la misión de la escuela debe ser la de preparar a los niños para la vida real”, aclara Jiménez.
Por este motivo, asegura que en las enseñanzas que se desprenden de su libro, están “la adquisición de destrezas, habilidades y competencias para enfrentarse a problemas de la vida real como , por ejemplo, saber primeros auxilios, redactar un currículum, hablar en público o tener competencias digitales”. En definitiva, herramientas que sean útiles para el menor.
Asimismo, la villanovense no solo considera que la forma de enseñar tradicionalmente basada en el libro haya quedado obsoleta, sino que “nunca ha sido lo que el alumnado ha reclamado”. “A cualquier alumno, de otra época, le habría gustado aprender de otra manera”, deja claro la docente jiennense, para quien la educación debe basarse en la “felicidad” del alumno y, por supuesto, que salga de la escuela preparado para enfrentarse a las situaciones reales que se le presentarán a lo largo de la vida. “Hay que tener ganas de cambiar”, dice.