Amenábar se lleva el dolor y Almodóvar ostenta la gloria
“Dolor y Gloria” triunfa en unos Goya que homenajearon a Pepa Flores
La noche no podía tener más interrogantes. Las dos películas con mayor número de nominaciones eran de Almodóvar y Amenábar y, desde el principio, el público esperó impaciente para ver quién de los dos resultaba vencedor. Así, los Premios Goya decidieron darle toda la gloria al dolor de Pedro Almodóvar en una película que, durante las últimas semanas, han liderado, practicámente, todas las listas de galardones. “Hay veces que me ha resultado más complicado y mucho más difícil conseguir un premio aquí que qué me lo dé la Academia de Hollywood”, afirmó el cineasta, que ahora aspira al galardón a Mejor película internacional. En cuanto al hecho de que se haya convertido en el director español con más películas galardonadas, señaló que no es una persona que establezca su vida o su futuro en base a ellas, ni que dependa de “records o hazañas numéricas”, aunque afirmó que “esta ha sido una noche maravillosa”.
Sin embargo, el gran triunfo de Almodóvar y “Dolor y Gloria” no implica que la película de Amenábar se fuera con las manos vacías. “Mientras dure la guerra” obtuvo 5 de las diecisiete nominaciones a las que ostentaba, pero prometía ser el gran ganador de una noche en la que, al final, no pudo conseguir lo que se planteaba como todo un sueño y un reto por conseguir.
Junto a Almodóvar, otros de los triunfadores fueron los actores de la misma película. Julieta Serrano logró, a sus 87 años, su primer Goya como Mejor Actriz de Reparto tras varias nominaciones anteriores y Antonio Banderas recibió en su tierra el mismo día en que se cumplieron tres años de su infarto su primer “cabezón” como Mejor Actor Protagonista. “Cinco veces nominado a los Globos, a los Goya... y nunca me llamaban; y este año ha sido, prácticamente, todo. “Todo lo que hay por ahí me lo he ido llevando y produce placer por las circunstancias que se ha producido esta película”, manifestó el actor malagueño.
Fue una noche especial en la que se homenajeó la figura de Pepa Flores, una eterna Marisol que quedó para el recuerdo gracias a las actuaciones de Amaia y de su hija Celia Flores. La primera brilló con luz propia y se llevó la mayor parte de ovaciones por una delicada y sentida interpretación de “Canción de Marisol”. Y es que, aunque Pepa Flores no acudió a la gala, sus hijas recogieron el galardón con tremeda emoción. “Querida mamá, querida Pepita, disfrútalo desde ese lugar en calma que has querido y tanto te ha costado”, celebró su hija, la actriz María Esteve. En clave de Marisol, directores y actores brindaron por el pasado, el presente y un futuro repleto de gloria para el cine español.