Álvaro Nieto: “Veo a Jaén cada vez más protagonista”

El periodista jiennense publica el libro “Conexión Caracas Moncloa”

13 feb 2022 / 13:29 H.
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“Conexión Caracas Moncloa” es la excusa perfecta para hablar de un jiennense con una consolidada trayectoria en el complicado y apasionante mundo del Periodismo. Álvaro Nieto (Alcalá la Real, 1977) dirige el diario digital “The Objective” con la pasión de quien ejerce el oficio de manera vocacional. Su libro es un homenaje al equipo de periodistas que coordinó en la investigación y publicación de dos escándalos nacionales que relata con el estricto cumplimiento de las reglas periodísticas. Movido por una profesión en la que acertó, tiene a su tierra siempre en el punto de mira.

¿Qué puede descubrir el lector en el libro “Conexión Caracas Moncloa?

Todos los detalles fundamentalmente de los dos grandes escándalos que ha tenido Pedro Sánchez en estos tres años. Por un lado, el Delcygate, la visita que realizó a España la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, el 20 de enero de 2020, en la que se entrevistó con el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, un escándalo porque ella no puede pisar suelo europeo y, sin embargo, el Gobierno permitió su entrada en España y mantuvo una reunión dentro de un avión. Por otro lado, el Plus Ultra, que es el rescate de esta aerolínea que tiene conexiones con el chavismo y a la que el Estado Español le dio 53 millones de euros el 9 de marzo de 2021. En este libro se van a encontrar todos los detalles relacionados con estos dos escándalos y otra mucha información que a lo mejor no es tan conocida, pero que abunda en las relaciones que existen entre el Ejecutivo español y el chavismo de Venezuela.

¿Por qué tomó la decisión de convertir una información periodística en un libro?

Por dos motivos. Primero, porque como director del equipo de periodistas que destapó estos dos escándalos creía que era necesario hacer un homenaje a esos profesionales que destaparon el Delcygate y el Plus Ultra. Hicieron un trabajo extraordinario, yo tuve el honor de dirigirles y creo, sinceramente, que su trabajo no ha sido lo suficientemente reconocido, de hecho nadie les ha dado un premio y me parece muy triste. El segundo motivo por el que decidí escribir un libro es que creo que la sociedad española ha pasado página demasiado rápido respecto a estos dos escándalos cuando se trata de hechos tan graves que es necesario que no se olviden o, al menos, no tan pronto.

¿Hay algo de ficción?

No, no, nada de ficción. Esto es las cosas como sucedieron, aquí están todos los datos disponibles y verificados, he contado con todas las informaciones publicadas para la elaboración de este libro y con investigaciones propias a posteriori. Yo he tenido la oportunidad de entrevistarme con algunos de los protagonistas y en este libro lo que va a encontrar el lector son hechos ciertos, datos verificados y un relato, además, en unos pasajes en primera persona sobre cómo se produjeron o cómo se llegaron a publicar esos dos escándalos, su descubrimiento, la investigación...

La trastienda...

Correcto. Es un libro que puede tener interés para quienes quieran estar informados de las relaciones entre España y Venezuela, pero también para cualquier periodista.

Dice usted que se ha reunido con los principales actores de estos dos escándalos... ¿También con el presidente Pedro Sánchez?

No, no he tenido la oportunidad de hablar de estos asuntos con él.

¿Considera que el Plus Ultra y el Delcygate son los mayores escándalos del Gobierno actual?

Hasta el momento creo que sí, porque son las dos veces, en estos últimos tres años, que una investigación periodística ha puesto en serios aprietos al Gobierno, lo que no quiere decir que no haya más. Claro que los ha habido. De hecho, el propio Tribunal Constitucional ha declarado por dos veces ilegal los estados de alarma decretados, pero si nos atenemos a informaciones periódicas, las únicas son el Delcygate y el Plus Ultra, lo cual no quiere decir que no puedan aparecer muchas cosas más gordas en los próximos meses o años en el mismo periodo de tiempo.

¿Por qué cree que el presidente sobrepasó límites?

Yo lo que creo es que, en las relaciones entre España y Venezuela, se han pasado ciertos límites.

¿Por qué?

Porque es evidente que si tú estás tratando con un país normal, en democracia, tú puedes mantener las relaciones y lo más estrechas oportunas. Pienso, por ejemplo, en Portugal. El problema de Venezuela es que estamos hablando de un régimen autoritario, sancionado internacionalmente por los principales países, un país que vulnera los derechos humanos, un régimen que persigue a la oposición política, que persigue a los periodistas críticos y que ha destruido todo lo que ha encontrado a su paso durante más de veinte años. Por lo tanto, mantener una excelente relación así es poco ético y, de esta forma, se bordean los límites y el Gobierno juega con fuego, entre otras cosas, porque hay democracias en el mundo que sí que tienen más escrúpulos y que cuando un Ejecutivo hace estas cosas, toman nota. Me refiero a Estados Unidos, que se alarmó, tal y como cuento en el libro, cuando se produjo el Delcygate. Saltaron todas las alarmas porque vieron un ejemplo muy claro de un flirteo entre un Gobierno democrático europeo y un país considerado una dictadura. Por lo tanto, tomó nota y lo que ha pasado a continuación es que las relaciones no han vuelto a ser las mismas entre Washington y Madrid, aunque haya cambiado el inquilino de la Casablanca. No es posible recomponer con Joe Biden la relación bilateral porque ven decisiones extrañas por parte de España, entre otras, la concesión de 53 millones a Plus Ultra.

¿Preocupa más este escándalo a Estados Unidos que a España?

Yo cuento en el libro cómo se produjeron los hechos. El Delcygate acabó en la portada digital de “The New York Times”, las agencias de información estadounidenses publicaron teletipos, a mí me hicieron entrevistas de televisiones de Estados Unidos y Colombia... Es decir, este acontecimiento tuvo una dimensión internacional, porque es una anormalidad que un Gobierno democrático europeo tienda la mano a un régimen perseguido mundialmente. Esto es un escándalo desde el punto de vista político y ético y, evidentemente, a cualquiera le produce repulsión. Lo anormal es que en España esto haya pasado desapercibido, sin coste político alguno para el Gobierno. Pongo otro ejemplo. Aquí tenemos partidos políticos, como Unidas Podemos, que están todo el día criticando a las empresas porque reciben cuantiosas ayudas, porque pagan pocos impuestos, porque el Estado les beneficia... ¿Por qué Podemos ha sido incapaz de criticar que se den 53 millones de euros a una aerolínea que solo tiene un avión? ¿Es que nadie se lo pregunta? ¿Cómo es posible que la izquierda sea incapaz de denunciar esto? Es que es nuestro dinero y nadie pide explicaciones. Hay que recordar que los partidos de izquierda que apoyan al Gobierno son los que han impedido que tanto en el Delcygate como en el Plus Ultra se abriera una comisión de investigación en el Congreso de los Diputados. ¿Qué interés hay en tapar estos asuntos?

¿Ha contado todo lo que sabe?

Yo he contado todo aquello que está confirmado. Hay algunas cosas que yo puedo intuir, pero no puedo ponerlas por escrito, porque no las tengo ratificadas al cien por cien. Este es un libro muy periodístico y me atengo a las reglas del Periodismo.

¿Ha sufrido represalias?

Recibo presiones todos los días como director de “The Objective”. Cuando se produjeron estos escándalos, las recibí, pero las entiendo como normales, van en mi sueldo.

¿Por qué aparece Baltasar Garzón en este embrollo?

Evidentemente tiene también muy buenas relaciones con el chavismo. En septiembre publiqué un documento oficial de la petrolera estatal venezolana, en donde se decidía contratar los servicios del bufete de abogados de Baltasar Garzón para ejercer su representación en España y argumentaba que era el letrado español mejor relacionado con el chavismo y que había prestado servicios anteriormente muy satisfactorios. No es un delito, pero él sabrá cuáles son los servicios prestados. Ese documento dejaba claro que había que contratar a este señor para que mejorase las relaciones con la Fiscalía, lo cual también es un asunto muy poco ético, porque recordemos que su actual pareja es la fiscal general del Estado, Dolores Delgado. Y, además, decía que se iba a proceder a la contratación por una cantidad superior a los ocho millones de euros, una tarifa excesiva que entiendo que estará perfectamente justificada.

¿Presentará su libro en su tierra?

No está previsto, pero me haría mucha ilusión si alguien estuviera interesado en hacerlo o me lo pidiera. La verdad es que no tengo mucha experiencia escribiendo libros.

¿Cómo ve la provincia?

La veo que cada vez es más protagonista, con más informaciones, no necesariamente negativas, pero me gustaría que estuviera mejor conectada con Madrid por tren, por ejemplo, pero la veo con interés.

Usted es uno de los periodistas que dio el salto del papel a lo digital. ¿Qué futuro atisba?

Yo he trabajado casi toda mi vida en el papel y le tengo mucho cariño, pero es evidente que los tiempos han cambiado y que la sociedad va por otro camino. Veo un futuro complicado para los medios de comunicación escritos, pero sí veo extraordinario futuro para el periodismo digital, de pago y gratuito, por lo que animo a los periódicos a que hagan cuanto antes la transformación digital porque es verdad que el papel poco a poco se va extinguiendo, pero lo que hay que aprovechar es internet. Ahora mismo es más fácil que nunca transmitir noticias y abrirse hueco en el sector de la información si hacemos las cosas bien.

¿Cómo define su Periodismo?

Yo creo que hago el periodismo de toda la vida, aplico las reglas del periodismo tradicional en el digital. Cuando un periodista escribe una noticia lo que quiere es que la lea la gente, da igual si es en papel o en un teléfono móvil. Soy muy optimista respecto al futuro, seremos útiles toda la vida y lo digital ofrece posibilidades a aquellos que trabajan bien. En “The Objective” nos vemos premiados por la audiencia.

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