ALIS estrena un innovador directo

LA ENTREVISTA

Se titula “ALIS Live 2024” y es un nuevo EP que resume el paso de este artista baezano por los festivales Sentir Baeza y Oleosónica, donde actuó como cabeza de cartel y atrajo a numeroso público para corear sus temas más sonados. El lanzamiento de un original directo está disponible desde ayer mismo. Además, el trabajo de Pachi Delgado García cuenta con un vídeo de casi media hora de duración con algunos temas seleccionados que se incluyen y que ya está disponible en YouTube. La noticia llega en el mismo año en el que el músico y productor lanzó “Origen y conmigo”.

—¿Qué significa “ALIS Live 2024” en su carrera musical?

—Es un directo que teníamos muchas ganas de volver a grabar, porque con el segundo disco hicimos uno en el Teatro Darymelia, hace casi veinte años, que nos gustó mucho, porque tenía colaboraciones de amigos, como Leiva o Lori Meyers, pero el problema es que no contábamos con medios suficientes como para desarrollar un directo con la calidad de ahora. Además, pensé que se nos veía mucho a nosotros y poco al público, que yo lo considero el cincuenta por ciento de un concierto, porque si no se ve el ambiente parece que estás en el local de grabación. Así que ha llegado el momento de sacarlo a la luz, son los mejores instantes de los festivales en los que hemos participado en los últimos años.

—Incluye su nuevo trabajo un regreso al vinilo con una combinación interesante con el producto estrella de Jaén, el aceite. ¿Qué pretende?

—Empecé hace año con un disco, en estudio, que se llama “Origen y conmigo”, y ahora estoy adaptando la segunda parte con cinco temas nuevos. Lo hemos reunido todo en la fabricación de un vinilo que reúne tres artes distintas: el plástico de Isabel Cabello, una diseñadora increíble de Úbeda que ha hecho la contraportada y portada con una de sus obras que pertenece al Grupo Oleícola Jaén, con el que sacamos este vinilo para unir en el mismo trabajo artes plásticas, música y el aceite. Ofreceremos el oro líquido con el disco, y viceversa.

—¿Cómo se presenta el que suele ser un duro invierno para los artistas musicales?

—Yo no soy ni de verano ni de invierno, porque suelo tocar una vez al mes siempre, como mínimo. Mientras haya salas en las que me propongan un concierto, con mi público fiel que no me abandona desde hace veinte años, allí voy. Siempre hay algo.

—¿Cómo es su público?

—La verdad es que hay de todo. El sábado estuve en Valencia, donde vendimos todas las entradas, y había niñas de doce años y adultos de setenta. Es muy amplio y, desde luego, no cerrado.

—¿Puede decir que se siente profeta en su tierra?

—Sí, sí, tanto en Baeza como en la provincia en general, fundamentalmente en la capital, porque es donde más entradas hemos vendido en estos veinte años.

—¿Considera Jaén una buena cuna para los artistas?

—Antiguamente, cuando no había tanta velocidad en la comunicación, era más importante estar en Madrid, pero sí tengo reconocer que Jaén no es buena cuna para los artistas, para qué nos vamos a engañar. Por más que se diga que la música ahora es más libre, la verdad es que las tres multinacionales se han vuelto a adueñar de todo para que llegue el gran público, porque ellos tienen el poder de los algoritmos. A Jaén no vienen a buscarnos.

—¿Qué otros proyectos más tiene en mente?

—En el estudio sigo produciendo y grabando discos, como el de Atomic Lemons o el de la ficha azul de Parchís, Fran Díaz, que era mi preferida cuando era pequeño, por cierto, y me llamó hace unos meses para que le hiciera un trabajo. Y, por supuesto, seguir tocando. Hay muchas fechas cerradas de aquí a final de año, esto es un no parar. Por ejemplo, el 16 de noviembre formaré parte del cartel del Festival Martos Vibra; el 22 de noviembre haré lo mismo en Granada y, cerrando el año, otro concierto en mi querida Jaén el 14 de diciembre en los Baños Árabes. Espero que siga la racha.

—¿Qué es para usted la música?

—Es todo. Cualquier tipo de arte me parece fundamental en mi vida. La creatividad en todas las facetas es lo máximo y, paticularmente, me encanta la simbiosis entre cine y música.