Adiós a un soñador poeta

El cantante jiennense Bernardo Cortés fallece en Barcelona a los 83 años

04 mar 2017 / 11:40 H.

Cuando me vaya de este barrio quiero que suene una canción mía y que se recite un poema”. De esta forma se expresaba Bernardo Cortés Maldonado en una entrevista en las páginas de Diario JAÉN en la primavera de 2002. Con 83 años, llegó su momento y el cantante jiennense, conocido como “Palomino” y “poeta de la Barceloneta”, falleció en el Hospital del Mar de Barcelona, según informaron a Europa Press fuentes del centro.

Nacido en Jaén en 1934, Cortés publicó cuatro libros: Barceloneta de Barcelona, Materia y espíritu, Amanecer cantando y Poemas de la Barceloneta. Su popularidad creció cuando el guionista y músico Oriol Grau llevó su imitación a TV3 con el alias “Palomino” en el programa “Sense títol”, presentado por Andreu Buenafuente. Grau, al conocer la noticia de su fallecimiento, reveló que el músico de origen jiennense soñaba con hacer un gran concierto de despedida en la capital catalana.

Tras su gran popularidad televisiva en la década de los 90, reapareció en 2006 con el triple CD Corazón, sol y luna, que recopila temas y poemas musicados de su carrera artística. El triple CD, con portada diseñada por Mariscal, incluía temas como el popular Noctámbulo (ay corazón corazón), del que se hizo una versión especial techno, su particular homenaje a México y una serie de poemas musicados por Jordi Miranda.

Bernardo Cortés, que cantaba en los chiringuitos del barrio de la Barceloneta en la Ciudad Condal, se definía como “un poeta que dice sus canciones” y decía que la inspiración le viene en cualquier momento para temas que tratan sobre el amor, la vida o la muerte.

De niño ya buscaba rimas por las calles de Jaén, como contó en estas páginas. Un buen día del año 1952 decidió dar un nuevo rumbo a su vida y dejó atrás su barrio del Polígono de El Valle para marcharse a Barcelona en busca de algo mejor. No tuvo problemas a la hora de encontrar un empleo en una empresa textil catalana. Pero lo suyo no era la fábrica. Más tarde trabajó en media Europa, desde Francia, en 1958, saltó a Bélgica para trabajar en la Exposición Mundial de Bruselas como camarero. Allí alguien le oyó cantar y consiguió su primer contrato para un cabaret. “Canté en la televisión francesa y en la valona”, relataba.

De vuelta a Barcelona creó una empresa de demoliciones que quebró a los dos años y se quedó totalmente arruinado. Preguntándose qué había hecho mal, junto al mar, mientras escuchaba a la tuna en los chiringuitos de la playa, lo vio claro: “Comencé a cantar ante los turistas. Cuanto más vencidos estamos, más simpatía tenemos. Tú sabes cómo somos los de Jaén”.

Bernardo Cortés pregonó la feria de San Lucas en 1993. “Mi pregón fue un poema de amor a Jaén, a la ciudad en la que crecí como niño y en la que tuve la suerte de ser alumno de Lola Torres. No tengo voz de tenor, pero con el compás y la alegría me metí al público de Jaén en el bolsillo”, recordaba.