Acuarelas que reflejan el murmullo de las personas

El arquitecto y artista Alfonso Rodríguez expone más de una decena de obras que muestran sus actuales inquietudes

26 feb 2020 / 13:18 H.
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Arte y arquitectura siempre estarán ligadas, por sus múltiples nexos, pero además porque un arquitecto es mucho más que eso, no solo por la formación multidisciplinar que recibe, sino porque, por naturaleza, es una persona inquieta, llena de curiosidad y que no se siente realizada con un día a día monótono, necesita mostrar, de una forma u otra, lo que lleva dentro. Es por eso que el dibujo, la pintura o la fotografía siempre van ligadas con quienes ejercen y sienten pasión por esta profesión. Alfonso Rodríguez Márquez es un ejemplo de ello, donde sus proyectos beben del arte y sus pinturas, sus acuarelas, siempre tienen un lugar para los edificios como elemento importante. Como no puede ocurrir de otra manera, hay épocas y temáticas, que en esta última serie, Murmullos, se centran en el tema humano y cómo viven en esos entornos creados para ellos pero que, cada uno, da una interpretación, como ocurre con las obras de arte.

Estas acuarelas muestran cómo la gente fluye de la nada y se relacionan entre ellas y el entorno. Las aglomeraciones que tanto se contraponen con un problema como la España vaciada. Pero Rodríguez no se queda en esa simplicidad, ni muestra en sus obras únicamente espacios del territorio nacional, sino que en un repaso visual quien se encuentre con sus trazos podrá viajar por lugares de Europa y América que visitó en sus últimos viajes. Unos pequeños bocados con los que degustar su particular visión de esos lugares a través de sus trazos y colores. Unos papeles emborronados que transmiten sensaciones con la delicadeza de sus trazados, con los que reflexiona y busca hacer reflexionar sobre las sinergias y relaciones que se crean en torno a las plazas, ya sea un día cualquiera o en momentos especiales como la Semana Santa, cuando la concentración de personas da lugar a estampas especiales.

Pequeños bombones con los que degustar esos murmullos que se crean en el día a día y en los que muchas veces no se para nadie a analizar, pero que ahora son una de las principales inquietudes de este cambileño, como así se podrá observar desde mañana, que tendrá lugar la inauguración, en el Bar La Barra, donde las obras permanecerán hasta poco antes que este mítico punto de encuentro de la capital celebreuna efeméride muy especial. Será una oportunidad de volver a disfrutar de sus obras casi dos años después de su última exposición en Jaén, La mirada de Alfonso Rodríguez Márquez.

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