la pasión por la música

La escuela Maestro Cebrián cierra con un concierto con unos 200 alumnos

26 jun 2019 / 17:18 H.

No hay edad para amar la música, y bien que lo demostraron todos los que se subieron al escenario del Salón de Actos de Caja Rural en Ifeja, donde unos doscientos alumnos del Conservatorio Privado y Escuela de Música Maestro Emilio Cebrián cogieron sus instrumentos y sus gargantas para demostrar ante un nutrido público el resultado de las horas y horas de ensayo. Fue pura magia. Desde los más pequeños, de 4 años, hasta los mayores, pusieron a prueba sus conocimientos y sacaron un sobresaliente alto en la última prueba antes de dar comienzo a las vacaciones de verano. Así, la cita comenzó a las cinco y media de la tarde. El primer grupo en subir al escenario fue Suzuki, formado por niños de entre 4 y 7 años, con violín y violonche. A las seis de la tarde llegó el turno de Musicaeduca, del Método Exclusivo Musicaeduca. Las flautas, la percusión, el piano y el violín recrearon los ritmos más alocados, con la esencia de África como eje central. Pues, tal como explicó la directora del centro, Cristina García, la mascota es la cebra, con los colores blancos y negros que evocan el piano, y por ello la temática del concierto fue África, con un marcado ritmo que nadie pudo contener, ni los numerosos asistentes, que removían los pies inquietos en sus butacas. Y es que el salón de actos de Ifeja llegó a albergar al millar de asistentes, entre padres, tíos, abuelos y amigos que se acercaron para vivir, todos juntos, los grandes momentos musicales de los niños. El grupo de Musicaeduca ofrecieron en exclusiva un adelante del nuevo tema Cada dos, una canción compuesta por la directora que ayuda a los pequeños a aprender las teclas del piano en un juego musical la mar de divertido. Por último, el grupo de Cemmec subió al escenario a las ocho de la tarde. Eran los mayores, así que los que más experiencia acaparan sobre las tablas y, si hubo nervios, apenas asomaron. Su actuación fue brillante y el público ovacionó a los músicos al finalizar el concierto. Asimismo, los jóvenes alumnos de los distintos grupos recibieron diplomas por la superación del curso. “Para mí es todo un orgullo, cada día veo a los niños en las aulas, pero al estar aquí, todos juntos, es cuando se ve realmente la grandiosidad de todo esto, de lo que la música consigue, es increíble”, concluyó la directora.