A solo un paso de la gran final

Oliva Voz Talent cierra sus semifinales con una alta calidad por parte de sus participantes

13 oct 2019 / 16:41 H.

Por fin se conocen los seis finalistas que tendrán que batirse y darlo todo sobre el escenario para alzarse con el premio y ser el talento con mayúscula de la provincia. Pero antes de que se descubriesen los tres nuevos nombres que pasan a engrosar la lista de finalistas, Torredonjimeno vivió una semifinal repleta de magia, música y diferentes estilos que sorprendieron al público y demostraron la calidad que existe por Jaén en lo que a voces se refiere. El ambiente rezumaba ilusión y cierto nerviosismo, puesto que minutos antes de que arrancase el espectáculo podía verse a los participantes dar vueltas, prepararse en el escenario y ensayar, todo valía para que la concentración resultase absoluta y que el resultado fuese optimo y valiese un pase para la gran final. Además, todos ellos contaban con un apoyo extra, familiares y amigos se habían concentrado en las butacas del Teatro Alcalde Miguel Anguita para mostrar su cariño y confianza a los participantes del concurso.

La primera en subir al escenario fue Aitana Cazalilla, una de las finalistas, que demostró la razón por la que se mereció un pase hasta la gala final. Cantó dos temas en inglés, un repertorio que le valió para mostrar su versatilidad, emocionar y hacer bailar al público que se entregó con ella. La prueba de su gran actuación tuvo lugar segundos después, cuando la maestra de ceremonias de la semifinal, Alma Mesa, quedó sin palabras y aseguró que el nivel empezaba muy alto para lo que quedaba de concurso, que era mucho. Tras ella, tocó el turno de Ernesto Medina, que interpretó la balada All of me y la sensual Feeling good. Dos temas que acercaron el género de la música negra a esta segunda semifinal.

Turno para el flamenco y la copla, minutos después, de la mano de la hueseña Rocío Molina, quien cantó Amor maldito y Campanas de Linares. Su seguridad y su derroche de voz hicieron de la cantante el “paquete” completo para cruzar hasta la próxima fase, la definitiva y en la que solo podrá ganar uno. Pasada su actuación fue el turno de Manuel Montes, que se dejó la piel sobre el escenario con el objetivo de hacer una buena interpretación de dos canciones en español.

Tras el, la fiesta y el baile se apoderaron del teatro, y el buen rollo, aún mejor si cabe con respecto al resto de actuaciones, se instaló con fuerza sobre el escenario. Como no podía ser de otra manera, era el turno de “La Puta Lagartija” que, con su estilo diferente al resto consiguió destacar y poner a bailar a público, jurado y presentadora. Ska, melodías con gancho y un “groove” rítmico que invitó a los presentes a acompañar a la agrupación con palmas y aplausos en unas canciones que, además, eran propias, un punto extra que demuestra la valentía de la formación musical. Tras ellos, cantó la última participante, Cristina Sánchez. La artista de 27 años aseguró que era la primera vez que se subía a un escenario y que estaba bastante nerviosa por esta situación, pero lo cierto es que en todo momento dominó su directo.

Una vez todos actuaron llegó el momento de la verdad y el jurado se reunió para deliberar quienes iban a ser los tres nuevos finalistas del concurso, no sin antes destacar que el nivel tan alto de la noche dificultaba la decisión final. Pero, a pesar de ello, las normas eran claras y solo tres de ellos podían pasar a la final. Alma Mesa, tras jugar con ciertos momentos de incertidumbre, pronunció los nombres: Aitana Cazalilla, “La Puta Lagartija” y Rocío Molina. Los tres se verán las caras con Ana Ortega, José Antonio Peñas e Irene Martínez para la prueba definitiva por el título a mejor talento en la provincia.