Tamara Gorro reaparece tras su separación
Confiesa cómo es su relación actual con Garay
Después de doce años de amor en los que siempre han presumido de una complicidad y una unión envidiada por todos, Tamara Gorro y Ezequiel Garay sorprendían hace una semana a propios y a extraños anunciando su separación matrimonial. Destrozada, la influencer publicaba un vídeo en sus redes sociales comunicando la noticia y afirmando que su ruptura se trataba de una pausa —“es una separación, no un divorcio” aclaraba— para intentar retomar su relación con más fuerza y pasar el resto de su vida juntos como siempre pensaron que harían.
Desde entonces, Tamara ha estado prácticamente “desaparecida” ya que, como confesó en su Instagram, ahora mismo está “muy bajita” y no tiene ni fuerzas ni ganas de retomar la rutina. Visiblemente más delgada, la comunicadora desvelaba que su psiquiatra le había ajustado la medicación porque no puede dormir bien y, reconociendo que todos tenemos derecho a estar mal, prometía a su ‘aldea virtual’ que va a intentar recuperar la sonrisa y que será a partir de su cumpleaños, el próximo martes, cuando volvamos a ver a “la Gorro” de siempre.
Pero ha sido antes de lo pensado cuando Tamara ha reaparecido, ya que esta misma mañana la hemos podido ver llevando a sus hijos Shaila y Antonio al colegio. Volcada en sus pequeños, la influencer los ha acompañado de la mano a la puerta del centro y se ha despedido cariñosamente de ambos, demostrando que ahora mismo el bienestar de los niños es su prioridad.
Sacando fuerzas de flaqueza aunque intentando ocultar su abatimiento tras unas enormes gafas de sol, Tamara ha saludado y lanzado un beso a la cámara desde el interior de su coche, sin hacr declaraciones acerca de cómo se encuentra en estos duros momentos.
Posteriormente, la presentadora —con un total look en blanco con abrigo de corte oversize y botas altas— ha contado cómo está, cómo es su relación con Ezequiel Garay y qué hay de cierto en los rumores que apuntan a la presencia de terceras personas en su relación. Unos rumores que, dolida e incrédula, niega sacudiendo la cabeza.