La declaración de Baeza como nuevo Municipio Turístico está de camino

La figura de Municipio Turístico, creada por la Junta de Andalucía, contempla una serie de ayudas para poblaciones de la comunidad autónoma que reciban un importante número de visitantes, un volumen tal que atenderlo supone un esfuerzo extraordinario para las arcas municipales. Baeza, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y motor turístico de la provincia, junto con Úbeda y el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, solicitó a la Administración andaluza acogerse a esta figura. Lo hizo, el pasado 31 de mayo, con un acuerdo plenario de la Corporación, adoptado por unanimidad, que respaldó el expediente de solicitud que fue remitido a la Consejería de Turismo. Esta área de la Junta, como confirmó a este periódico, analizó la petición y los motivos que la justifican y le dio luz verde al proceso.

Los trámites más importantes para esta declaración pasan por el visto bueno de la Consejería del ramo, en uno de los llamados “consejillos”, para luego elevar la cuestión al Consejo de Gobierno de la Junta, que lo hará definitivo. En la última de estas reuniones, celebrada el pasado martes, día en el que se suelen fijar, no está contemplada la declaración del título, por lo que, como pronto, la decisión no se anunciará definitivamente hasta la próxima semana. El Ayuntamiento baezano cumple, al menos, uno de los requisitos establecidos en las bases de esta figura, como queda justificado en el expediente de declaración, y es que el número de visitantes sea al menos cinco veces superior al de vecinos. Para ello aportó el recuento de visitantes a la Antigua Universidad, donde está la famosa aula que recrea aquella en la que el poeta Antonio Machado dio clases en sus tiempos de profesor en la ciudad. En 2015, cruzaron las puertas de este edificio manierista unas 90.000 personas que, si se dividen por la población local de 16.163 habitantes que constata el Instituto Nacional de Estadística, multiplican en 5,5 los residentes en el municipio. La Administración local argumentó que esta afluencia implica sobrecostes en la prestación de servicios, como los 89.000 de más en la limpieza viaria, con una cuadrilla solo para el centro, o los 279.000 euros del Impuesto de Bienes Inmuebles que no se cobra a los edificios protegidos del casco urbano, que están exentos del pago de este tributo, por citar algunos ejemplos.