El turismo de interior, mezcla de seguridad y desconexión

El coronavirus quizá haya venido bien para el turismo de interior. Una oportunidad para el sector que puede ofrecer dos de los motivos más buscados durante las próximas vacaciones de verano: la desconexión de la rutina diaria y la seguridad ante el contagio de covid-19, ya que al no haber aglomeraciones como en las playas, presume de la prevención necesaria en estos momentos. De esta manera, el 70% de las casas rurales de la provincia jiennense ya están reservadas para el mes de agosto, según aportó el portal online nacional “casasrurales.net”. Unas cifras a las que los hoteleros de las sierras jiennenses no están acostumbrados, ya que el turismo de interior está muy demandado, sobre todo, en invierno. Por ello, el coronavirus puede que provoque que sea una oportunidad única para revertir la crisis que ha dejado en el sector que ha sido especialmente damnificado, ya que fue el primero en cerrar completamente y aún no pudieron abrir sus establecimientos.

Estos datos reflejan que tras el confinamiento, la población prefiere un turismo rural, donde no hay aglomeraciones de personas y en el que también se puede desconectar de la situación provocada por el covid-19. Un hecho que contrasta con la situación de marzo o abril cuando el sector experimentó un parón de la actividad que generó algunas dudas sobre cómo podía desarrollarse la temporada de verano. Lejos de darse mal, el turismo de interior puede hacer récord de alojamientos. Así, ante las dificultades que hay para que lleguen visitantes de otros países, el viajero español será el principal consumidor y está optando por pasar sus vacaciones de verano en un entorno de naturaleza y motivado por aspectos como la zona o la gastronomía. Las reservas indican que están optando por un turismo de cercanía que se limita a dentro de la provincia o de la comunidad y principalmente en los meses de julio y agosto.

Por otra parte, la Asociación para el Desarrollo Rural de Andalucía (ARA) reconoció que la actual crisis sanitaria está afectando “mucho menos" a los habitantes de las zonas pequeñas si bien es cierto que el parón en la economía “también se va a sentir" en el poder adquisitivo del medio rural y a sectores estratégicos vitales para este lugar. Pero el miedo a un rebrote del coronavirus y a las aglomeraciones hace que el turismo de interior tome más ventaja sobre el de sol y playa para estas vacaciones.